El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha augurado este lunes que la economía española creará entre 400.000 y 450.000 puestos de trabajo en el segundo trimestre respecto a un año antes, "más cerca" de la segunda cifra, lo que elevará la cifra de empleados hasta rondar los 18,5 millones. En este sentido, ha recordado que aún faltan por crear entre 1,6 y 1,7 millones de trabajos para alcanzar el tope de 20 millones alcanzado antes de la crisis, pero ha subrayado que ya se han generado 1,5 millones desde el momento más bajo de la ocupación: "Ya hemos hecho prácticamente la mitad del recorrido".

Guindos ha dedicado buena parte de su intervención en un foro de El Economista ha alertar del peligro que, a su juicio, provocaría un Gobierno con la participación de Unidos Podemos. Provocaría, ha sostenido, un veloz aumento de la prima de riesgo, una "fuerte" caída de la bolsa y un deterioro "rápido y profundo" de la confianza de los inversores, lo que llevaría al crecimiento económico a caer e incluso a entrar en recesión, con el consiguiente impacto en la creación de empleo.

El ministro, así, ha sacado pecho por la buena evolución económica del país y ha reclamado un Gobierno "estable, sensato y con la agenda económica correcta" para mantener esta tendencia. "No estamos fuera de la zona de peligro. Podemos volver a situaciones del 2010 y el 2011", ha advertido. En este sentido, ha abogado por un Ejecutivo del PP con el apoyo del PSOE (en la fórmula que sea: gran coalición, acuerdo de legislatura o cualquier otra) al que se pueda sumar Ciudadanos.

AUGE DEL POPULISMO

Guindos, así, ha lamentado que, como apuntan las encuestas, Unidos Podemos pueda superar a los socialistas en las elecciones. "Creo que es malo que el partido hegemónico de la izquierda no sea el PSOE porque defiende la unidad de España, la Constitución española, y la permanencia en la Unión Europea y la zona euro", ha argumentado. Por ello, ha pedido al partido de Pedro Sánchez una "reflexión" sobre "qué no ha hecho bien".

El discurso del ministro ha estado cargado de advertencias sobre el auge de los populismos en Europa, como viene haciendo desde hace tiempo. Ha afirmado, en esta línea, que el caso de Grecia demuestra que estos movimientos generan una "idea falsa sobre las posibilidades de la política económica" en el contexto de la zona euro. Un riesgo particularmente grave, ha remachado, pues se produce en un momento en que "los liderazgos en Europa no están especialmente sustentados".

PRIVATIZACIÓN DE BANKIA

En la misma línea, ha mantenido que la salida del Reino Unido de la Unión Europea, más allá del impacto económico a corto plazo, sería malo políticamente para el continente: "Europa perdería porque daría alas al populismo y los populistas se verían alentados, y porque el Reino Unido es la segunda economía europea y tiene los buenos instintos en la regulación". Por ello, se ha mostrado confiado en que los británico voten "con la cabeza y no con el corazón". Con todo, ha asegurado que a veces hacen falta "crisis para tirar hacia adelante", en referencia al proceso de integración europea.

Por otro lado, ha considerado "factible" alargar el plazo máximo de privatización de Bankia, fijado por una ley española para el 31 de diciembre de 2017. "Se puede negociar", ha afirmado antes de matizar que el posible retraso "dependerá mucho de la evolución de la economía española".