Las firmas de telecomunicaciones quieren entrar en el sector financiero. Orange ha anunciado que prepara el lanzamiento de su propio banco en España, estreno que se producirá el próximo año, al mismo tiempo que en Bélgica e inmediatamente después que en Francia. Stéphane Richard, presidente y consejero delegado de Orange, confirmó ayer en París los planes de la compañía para diversificarse en el negocio financiero con servicios de pagos móviles, transferencias bancarias a través de SMS, tarjetas de crédito y débito y servicio de atención al cliente. En el centro de la estrategia está la búsqueda de nuevas formas de ingresos y el aprovechamiento extremo del conocimiento de los clientes que tienen las compañías de telecomunicaciones.

Orange Bank pretende conseguir los permisos para operar como banco en todos los mercados en los que opera la compañía. En el caso de Francia, el lanzamiento de la entidad se producirá el 16 de julio. El anuncio supone un verdadero varapalo para un sector financiero francés extremadamente conservador y menos dinámico que el español.

NUEVOS COMPETIDORES / Orange se suma así a los nuevos competidores de la banca tradicional, básicamente centrados en gigantes tecnológicos como Apple, Google y Amazon, con gran capacidad financiera. Los gigantes asiáticos también miran el sector financiero como futura fuente de ingresos.

La adquisición del banco Groupama por parte de Orange, incluida su ficha bancaria, permite a la teleco competir en igualdad de competiciones con cualquier banco tradicional, incluida la concesión de créditos e hipotecas.

Para conseguir un hueco en el mercado, Orange se dispone a trasladar su agresivo estilo comercial del sector de las telecomunicaciones a la banca por internet. Richard prometió tarjetas de crédito gratuitas, mantenimiento de cuenta gratuito a cambio de una actividad mínima, acceso gratuito a cajeros automáticos, entre otros.