El Banco de España ha culminado este martes el proceso de renovación de sus puestos directivos al que le obligó la imputación de varios de sus ejecutivos en el caso Bankia el pasado 13 de febrero. El consejo de gobierno del supervisor, así, ha ratificado el nombramiento acordado por la comisión ejecutiva de Alberto Ríos como nuevo director general adjunto de supervisión. El organismo gobernado por Luis María Linde, además, ha reorganizado sus direcciones generales más importantes.

Mariano Herrera, Pedro Comín y Pedro González dimitieron de sus cargos para no no perjudicar "al desarrollo de las funciones de supervisión del Banco de España", si bien siguen siendo empleados de la institución. A principios de marzo, Julio Durán, director general de Estabilidad Financiera y Resolución, fue nombradonuevo director general de supervisión en sustitución de Herrera.

Linde, así, puso a un hombre de su máxima confianza en el cargo directivo más complejo de la institución, ya que es el encargado de lidiar con el control de las entidades en un momento en que hay un fuerte enfrentamiento entre parte de los inspectores y la cúpula del organismo por el caso Bankia y la crisis financiera de los últimos años, así como entre ese colectivo de inspectores y el Banco Central Europeo (BCE), que dirige la supervisión de los bancos más grandes.

REFORZAR LA SUPERVISIÓN

El punto flaco de Durán es su escasa experiencia en la supervisión, una carencia que se pretende suplir con el nombramiento, en sustitución de Comín, de Alberto Ríos (Madrid, 1972), que ha desarrollado su carrera en este área desde que se incorporó al Banco de España en 1998. Desde el 2008 al 2014 fue jefe de equipo en el departamento de inspección I, encargado del seguimiento de riesgos estructurales de balance y de mercado del BBVA y el Santander. En el 2014 fue nombrado jefe de grupo y en el 2016 coordinador ejecutivo del departamento de inspección I, teniendo a su cargo al Santander.

El Banco de España también ha concentrado en el la dirección general de estabilidad financiera y regulación todas las funciones relacionadas con la regulación financiera y la participación en organismos internacionales, que ahora compartía con la dirección general de supervisión.

En esta última, se ha decidido que los cuatro departamentos de inspección dependan directamente del directos general adjunto, lo que refuerza el papel de Ríos, y se ha creado un departamento de planificación y análisis para agrupar distintas funciones de apoyo que ahora estaban dispersas. Por último, la dirección general adjunta de asuntos internacionales ha quedado adscrita a la dirección general de economía y estadística.