El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, pidió ayer al Gobierno que acelere la reforma hipotecaria, después de que la Comisión Europea denunciase el jueves a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por no aplicar una directiva comunitaria del 2014. El banquero pidió que la reforma «ayude a clarificar aspectos que se han puesto en duda como consecuencia de la crisis; tener claridad de ideas es bueno». En esta línea, admitió que la banca tiene que «mejorar» su reputación. «Se puede pensar que la percepción es injusta, pero es una discusión estéril. Si no te perciben como útil para la sociedad, desapareces», advirtió.

DEVOLVER AYUDAS / Sevilla también apuntó que Bankia podría aprovechar su exceso de capital para devolver más ayudas públicas, pero en función del impacto de la fusión con BMN, prevista para finales de año, podría quedar algo por encima del 12%. «Sería bueno para todos los accionistas», sostuvo Sevilla.

En este sentido, y al contrario que Santander y Bankinter, defendió que las fusiones de bancos cada vez tienen más «lógica industrial y financiera». Las entidades pequeñas, argumentó, tienen dificultades para emitir en el mercado los instrumentos necesarios para cumplir los nuevos requisitos globales de capital. Pero confió en que el Popular pueda superar sus problemas y seguir en solitario: «Sería bueno para todos». Bankia ganó 304 millones hasta marzo, el 28,4% más y su mejor resultado trimestral, gracias a la venta de deuda (le aportó 161 millones, el 164% más).