La industria del videojuego factura más que el cine, la música y la literatura. En un sector, el audiovisual, donde el ocio electrónico tiene cada vez más importancia, Mediapro quiere jugar, también, un papel de relevancia. Por eso la compañía que dirigen Jaume Roures y Tatxo Benet se ha unido a Ferran Puntí, fundador de Kerad Games, para lanzar The Breach Studios. El objetivo: competir con las grandes majors del sector con juegos triple A (grandes producciones).

Mediapro hizo una apuesta importante por el mundo de los juegos hace dos años, cuando compró Fandroid, la gestora de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), organizadora de competiciones de deportes electrónicos (e-sports). Ahora, el grupo audiovisual da un paso más en su estrategia de diversificación y pasa, directamente, a producir sus propios videojuegos.

Y para hacerlo ha confiado en Puntí, fundador del citado estudio desarrollador de videojuegos creado en el 2011 junto a Gerard Piqué. «Hace un año que decidí emprender nuevos proyectos fuera de Kerad Games. Me llegó que había una oferta en LVP, pero yo ya tenía la idea de fundar otro estudio desarrollador de videojuegos. Hablé con Jordi Soler (responsable del área digital de Mediapro) y decidimos que podíamos unirnos, ya que yo buscaba un socio estratégico», señala Puntí a este diario. Mediapro ha tomado una participación mayoritaria en la empresa de Puntí, y de esta forma ha nacido The Breach Studios.

Puntí y Mediapro aspiran alto. «Mi sueño siempre ha sido hacer experiencias memorables. Hasta hace cuatro o cinco años era muy difícil competir con EA, Ubisoft o Konami… Pero hoy en día hay motores que facilitan el desarrollo de grandes juegos, y queremos aprovecharlo. Vamos a intentar competir con estas grandes compañías con juegos triple A», destaca.

Para ello, están formando ahora el equipo: son 12 personas, con la previsión de alcanzar las 20 a finales del año. En la primera mitad del 2019 entrarán al menos cuatro más, y el objetivo es tener una plantilla de «entre 30 y 35 personas». ¿Se puede competir contra multinacionales de cientos de empleados con un tamaño reducido? «En realidad, sí. Las grandes empresas desarrollan los juegos con equipos pequeños dentro de sus grandes estructuras. El acuerdo con Mediapro nos permite centrar todos nuestros esfuerzos en la producción de videojuegos, y creamos un equipo de perfiles contrastados, con gente que viene de empresas como Ubisoft, Social Point y King, de otros países, que ya han creado juegos triple A».

Fichar talento de fuera es posible «ya que Barcelona se ha convertido en un hub tecnológico, en especial en el desarrollo de videojuegos», comenta. «Una empresa como la nuestra es una oportunidad para la ciudad: queremos competir con los grandes estudios, pero manteniendo nuestro corazón indie», agrega.

El plan de negocio prevé el lanzamiento del primer juego en el primer trimestre del 2019. Será un juego para móviles, de fútbol, y con una mecánica de coleccionables, que contará con el respaldo de una gran propiedad intelectual. «También estamos trabajando en un juego para ordenador. Es una idea que teníamos desde hace tiempo y que precisaba de inversión porque creemos que puede ser realmente un game changer (juego disruptivo que altere la industria). La idea es después lanzarlo también en consolas», añade. «Además, tenemos también un proyecto de juego de realidad virtual, basado en una propiedad intelectual potente», señala.

Puntí y Mediapro no dan datos de la inversión prevista para los proyectos, pero sí que esperan una cifra de negocio de 15 millones de euros en los primeros cinco años.