Pese a los malos augurios que pronosticaban una desaceleración, la economía de la eurozona aguanta también el tipo. Entre julio y septiembre, según los datos preliminares avanzados ayer por la oficina europea de estadística (Eurostat), el PIB de los países del euro creció un modesto 0,2%, la misma tasa que durante el trimestre anterior, y la mitad que España.

Además, en el conjunto de la UE el dato fue ligeramente superior con un repunte del 0,3%, una décima más que entre mayo y julio. En cuanto a la comparativa interanual, el ejercicio arroja un crecimiento del 1,1% en la eurozona, una décima menos que en el trimestre precedente, y del 1,4% en el conjunto de la UE, la misma que durante el trimestre anterior.