La amenaza, reconoce la comisaria europea de comercio, Cecilia Malmström, no ha desaparecido, pero la UE respira aliviada y da por hecho que la Administración que lidera el multimillonario estadounidense Donald Trump no impondrá aranceles a las importaciones de coches europeos y piezas de coches, tal como había amenazado el presidente estadounidense. «No hemos recibido un anuncio formal de que no van a aplicarlos y por eso soy cautelosa, pero consideramos que el plazo limite ha pasado y que hay limitaciones legales estrictas para que el presidente tome más medidas», informó.

En mayo Trump anunció su intención de imponer aranceles de hasta el 25% alegando que las importaciones de coches suponían una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos pero aplazó su decisión seis meses. El plazo límite se cumplió el pasado 13 de noviembre sin que la Casa Blanca anunciara medidas. La expiración del plazo límite impedirá al jefe de la Casa Blanca imponer los aranceles, temidos particularmente por la industria automovilística alemana.

La comisaria considera que se trata de «una buena noticia» porque desde el punto de vista político significa que «ambas partes siguen respetando el acuerdo cerrado por el presidente Juncker y Trump -en julio de 2018- cuando dijeron que mientras siguiera habiendo una agenda positiva no se impondrían nuevos aranceles».

Malmström también subrayó que «ha habido poca demanda en Estados Unidos sobre estos aranceles» y que es «bastante optimista», aunque lamentó las tensiones comerciales con un país con el que la UE tiene muchos intereses comunes. Ejemplo de ello es el conflicto abierto en la OMC por los subsidios a Airbus y Boeing y que, de momento, se ha saldado con la imposición de aranceles de EEUU a la UE por valor de 7.500 millones de dólares. La UE tendrá la misma posibilidad a principios de 2020, en cuanto concluya el panel de la OMC sobre Boeing.