La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, insistió ayer en la necesidad de «ajustar» algunos aspectos de la reforma laboral que «han llevado a abusos» en los últimos años, al tiempo que subrayó que el crecimiento económico y la creación de empleo son la prioridad del Gobierno.

Así respondió la vicepresidenta y ministra de Economía a un inversor que, en el marco del Spain investors day, le preguntó por el alcance de los cambios en la legislación laboral que prepara el Gobierno. La respuesta de la ministra supone un freno para la nueva ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (Unidas Podemos), que este lunes, en su toma de posesión, ante Calviño y los líderes de patronal y sindicatos, anunció su compromiso de derogar la reforma laboral, sin matices

Calviño incidió en que la «prioridad» es seguir creando empleo y mantener el diálogo con los sindicatos, la patronal y el conjunto de los grupos parlamentarios para atajar los elementos que el Gobierno ya ha identificado como «abusos» para los trabajadores, dentro de la legislación laboral.

La cuestión -expresó la ministra- es encontrar el balance entre la creación de empleo, que este año prevé aumentar en 300.000 puestos, la calidad del mismo y la reducción de la desigualdad.

Lo cierto es que al mismo tiempo que Calviño lanzaba estos mensajes, la ministra Díaz estaba matizando su mensaje del lunes en una entrevista en La Sexta.

Al ser preguntada sobre si la reforma laboral será total --como ella mismo dio a entender el lunes-- o parcial, Díaz habló de un proceso en «dos fases». Dijo que se pondrá en marcha una fase para suprimir «de inmediato y con urgencia» determinados aspectos de la ley, como el que permite el despido por acumulación de bajas justificadas por enfermedad o el que da prevalencia a los convenios de empresa sobre los sectoriales. Después, dijo, el Gobierno elaborará un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI para adaptarlo a las nuevas realidades.