La compañía gasista española Naturgy llegó ayer a un acuerdo para salir de Egipto y dar portazo a 8 años de litigios por la planta de licuefacción de Damietta, sin funcionamiento desde el año 2012 ante la negativa de la empresa pública egipcia EGAS de suministrarle gas.

El pacto, que supone la disolución de Unión Fenosa Gas (UFG), participada a partes iguales por Naturgy y la italiana Eni, se basa en la valoración de esa compañía en 1.365 millones de euros (1.100 millones de los activos en el país árabe y alrededor de 265 millones de fuera). Naturgy recibirá un pago de 550 millones de euros en efectivo, así como la mayoría de activos fuera de Egipto, excluyendo las actividades comerciales de UFG en España. El cierre de la operación, que se completará previsiblemente en el primer semestre del 2020, supondrá la salida de Naturgy de Egipto y el fin de su joint-venture con Eni, no teniendo obligación futura de comprar GNL de este país.

«Este es un paso importante para reducir gradualmente la exposición de la compañía a los contratos de aprovisionamiento de gas y resuelve una situación compleja que se había demorado desde el 2012 en la planta de Damietta y que requería importantes recursos», explicó ayer la compañía. En el 2005, Naturgy inauguró su mayor proyecto en el exterior hasta esa fecha, una planta de licuefacción en la localidad egipcia de Damietta participada en un 80% por la catalana y Eni (UFG) y en un 20% por las firmas egipcias EGAS y EGPC. Pero en el 2012 se paró porque EGAS dejó de suministrar gas alegando un supuesto estado de excepción derivado de la Primavera Árabe.

Naturgy emprendió una batalla legal en varios frentes; entre ellos, una demanda contra EGAS ante la Corte de El Cairo y otra contra Egipto ante el Ciadi porque su empresa pública no abonó los preceptos acordados. En ambos casos, el fallo fue favorable a la española que al final ha optado por un pacto para cerrar una batalla de casi una década.