El Congreso de los Diputos prestó el jueves su apoyo al objetivo de déficit del 2020 del 1,8% del PIB y, de paso, al techo de gasto de 127.609 millones bajo el que el Gobierno debe construir el Proyecto de Presupuestos del Estado del 2020. El trámite parlamentario salió adelante gracias a la abstención de ERC, satisfechos con el resultado de la mesa de diálogo. La sorpresa fue descubrir que, al tiempo que en una segunda votación se aprobaba la senda de objetivos de déficit y deuda para el periodo del 2021 al 2023, también se estaba validando el techo de gasto presupuestario para poder construir las cuentas del 2021.

El resultado es que ERC, al tiempo que facilitaba iniciar la tramitación del presupuesto del 2020, estaba haciendo lo mismo para el 2021. ¿Eran conscientes de ello? «Sabemos lo que votamos», respondieron portavoces de los independentistas, informa Juan Ruiz. «Nosotros lo que hicimos (en la votación de los objetivos de déficit) es corresponder a la celebración positiva de la mesa de diálogo y dar opción a que se pueda negociar y hablar».

«¡sorpresa!» / En el acuerdo sobre la senda de objetivos de déficit del 2021 al 2023 que se sometió a votación, el Gobierno incluyó 131.437 millones de euros como techo de gasto para los Presupuestos del 2021. El texto era público desde que el Boletín de las Cortes lo publicó el 21 de febrero. Pero nadie había deparado en ello.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no lo explicó en la rueda de prensa del 11 de febrero, tras el Consejo de Ministros que adoptó el citado acuerdo. Y no apareció ninguna alusión al techo de gasto del 2021 en la referencia oficial que daba cuenta de lo acordado en el Consejo. Montero tampoco habló de ello en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del 20 de febrero. Y no dijo nada el jueves, en su turno de defensa de los dos acuerdos que se sometían a votación en el Congreso (déficit del 2020 y senda del 2021 al 2023). El asunto salió a la luz cuando lo puso en evidencia la portavoz popular Elvira Rodríguez en su turno de intervención. «¡Sorpresa! Lo primero que pensé es que nos lo habían metido de macuto, aprovechando las circunstancias favorables a su aprobación por los pactos suscritos (con el PNV) y la mesa de negociación de ayer», dijo.

Montero no usó su turno de réplica para dar respuesta al hallazgo. Pero ayer, en Sevilla, afirmó que «en ningún momento se ha ocultado nada» sobre el techo de gasto para el 2021 y expresó su sorpresa por que algunos diputados del PP «no hayan leído ni el acuerdo del Consejo de Ministros ni la documentación que acompañaba el debate». «Con toda claridad se ha explicado que se estaba haciendo una senda para cuatro años, una para 2020 y otra para 2021 a 2023, y que era obligatorio que para el 2021 figurara el techo de gasto», pues la Ley de Estabilidad fija que el acuerdo de la senda trianual de objetivos debe incorporar siempre el techo de gasto para el primero de los años afectados. Este tecnicismo, sin embargo, lo conocen escasas personas. Y no fue explicado en su momento a la opinión pública. Tampoco se había explicado por qué adelantó el Gobierno a febrero un trámite (debate del techo de gasto para el año siguiente) que normalmente se hace en julio, tras el informe que la Comisión Europea emite ese mes sobre los Planes de Estabilidad.

Y la respuesta, según Rodríguez, está clara: «El Gobierno se podría estar preparando ante la eventualidad de no poder aprobar el Presupuesto del 2020» por la interferencia de las próximas elecciones catalanas, cuya fecha aún no ha sido fijada. «Si no, no tendría ninguna lógica que nos pasen ahora el techo de gasto», explica Rodríguez a este diario. «Así no tienen que volver a pedir favores nuevos», a los socios parlamentarios, añade.