EDP anticipa el cierre de sus centrales de carbón. La eléctrica ha avanzado este martes que solicitará la clausura de Soto de Ribera (Asturias) "en próximas fechas", mientras la central de Aboño 1 continuará con su proceso de transformación para la quema de gases siderúrgicos para 2022 y Aboño 2 se mantendrá "como apoyo a cualquier indisponibilidad".

La medida se enmarca dentro de una estrategia global que desarrollará en España y Portugal de descarbonización del grupo en un contexto en el que la producción de energía "depende cada vez más de fuentes renovables". Así, EDP ya ha solicitado al Gobierno portugués el cierre de la central de Sines para que pueda concluir su actividad en enero de 2021.

La central de Soto de Ribera no produce energía desde hace más de un año, según ha informado EDP. La Central de Sines, con 1180 megavatios de potencia, está parada desde el 25 de enero, tras un año en el que la generación de energía eléctrica con carbón cayó a mínimos históricos. En esta misma localización de Sines, EDP está validando el desarrollo de un proyecto de producción de hidrógeno verde, en consorcio con otras empresas. El proyecto se incluye en el plan de interés común europeo y con potencial de exportación por vía marítima.

"El incremento constante de los costes de producción con carbón y la mayor competitividad del precio del gas natural y las centrales de ciclo combinado, las perspectivas de viabilidad de las centrales de carbón han disminuido de forma drástica", apunta la compañía para justificar el cierre. El 30 de junio la mitad de las centrales térmicas de carbón en España dejaron de estar operativas al no haber abordado las inversiones necesarias para funcionar con las restricciones medioambientales impuestas por Bruselas, aunque la presencia del carbón en el mix eléctrico ha sido durante todo el año muy reducida.