E l Gobierno trasladará el coste de las primas a las renovables que pagan los consumidores en el recibo de la luz a las empresas que venden electricidad, gas y productos petrolíferos, según el anteproyecto de ley acordado ayer en Consejo de Ministros. En concreto, cerca de 7.000 millones de euros, que formaban parte del cajón de sastre en el que se convirtió la factura eléctrica pasarán a ser financiados por todas estas empresas comercializadoras de energía. El objetivo es reducir la cuantía del recibo, ahora uno de los más caros de Europa debido a los costes fijos, y dar «señales claras» de electrificación de la economía.

No será un cambio instantáneo, sino que el Ejecutivo inició ayer el primer trámite para la creación de lo que denomina Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que se nutrirá con aportaciones de las empresas suministradoras de energía (pagarán a trimestre vencido según las ventas efectivas del trimestre anterior), de la recaudación de los impuestos energéticos, de los ingresos de las subastas de CO2 y de los Presupuestos Generales del Estado.

Una vez aprobado este mecanismo, el traslado de la partida de la factura de la luz a las energéticas será gradual en un plazo de cinco años, a razón de un 20% de esos 7.000 millones de euros por ejercicio.

Las compañías podrán trasladar el nuevo coste a sus productos, pero la factura de la luz se reducirá al menos en un 13%, según el Ejecutivo, porque aunque se pase al recibo la cuantía que deberán asumir las eléctricas, esta solo será una parte del total, pues ahora se incluyen también a gasistas y petroleras, lo que podría hacer subir de precio a la bombona de gas o a los carburantes.

«De este modo, se empezará a corregir el actual desequilibrio entre una factura eléctrica que es de las más caras de Europa debido al peso de estos costes y unos combustibles que tienen una fiscalidad muy inferior a la media Europea», celebró el consejero delegado de Endesa, José Bogas. En la misma línea que el resto de empresas eléctricas, que llevan años reclamando aligerar la factura de costes regulados, mientras las petroleras criticaron la medida.

Fuentes del sector petrolero señalaron que el coste recaerá igualmente en el consumidor, con un impacto de 7 céntimos de euro según la memoria del anteproyecto que fija una cuantía para las petroleras de 2.085 millones de euros

La medida incluye exenciones y compensaciones en función de los consumidores. Así, no se tendrá en cuenta consumos que podrían tener una doble contribución como el almacenamiento o los hidrocarburos para la generación eléctrica (se pagará cuando se produzca electricidad), el queroseno, el gasóleo para el consumo agrícola y las mezclas de biocombustibles. Las compensaciones ( expost ) afectarán a los consumidores electrointensivos, la industria consumidora de gas y sujeta a deslocalización por riesgo de fuga de carbono y consumidores de gasoil y gasolina para usos profesionales. Además, hasta que esta norma no se aplique y desde el 1 de enero de 2021, el Gobierno compensará a las electrointensivas el 85% de los cargos de la factura de la luz, un ahorro de 90 millones. La medida beneficia a 612 empresas. H