La sombra del racismo vuelve a planear sobre Amazon. Este lunes una alta dirigente demandó al gigante del comercio electrónico mundial por discriminación contra los empleados afroamericanos, a quienes se contrata para los puestos más bajos y a quienes les resulta más difícil escalar dentro de la empresa. La denuncia también incluye casos de acoso sexual. La demandante, Charlotte Newman, es ahora la jefa de desarrollo comercial de Amazon Web Services, el servicio de nube de la compañía tecnológica. Sin embargo, fue contratada en 2017 para una posición menor para la que, según la acusación, estaba sobrequalificada.

Newman, graduada en la Escuela de Negocios de Harvard y exasesora del senador estadounidense Cory Booker, señala en su demanda que Amazon retrasó dos años y medio su ascenso al cargo, apuntando a lo que considera un "patrón sistémico de discriminación insuperable" para los trabajadores afroamericanos. La denuncia interpuesta ante los tribunales federales de Washington también señala que Newman fue objeto de acoso por parte de dos compañeros. Uno la habría acosado sexualmente y la habría agredido tirándole de sus trenzas, mientras que otro habría utilizado términos racistas para referirse a ella, así como llamarla “aterradora”, “demasiado directa” o “agresiva”. La demandante está representada por la abogada Douglas Wigdor, que ya defendió los casos de víctimas del exproductor cinematográfico Harvey Weinstein y de los casos de acoso en el canal televisivo conservador Fox News.

Acumulación de denuncias

Amazon ha respondido a la demanda diciendo que abrirán una investigación y que las prácticas denunciadas “no reflejan nuestros esfuerzos y valores”. Sin embargo, no es la primera vez que el gigante ha sido acusado de prácticas racistas.El pasado noviembre, un exempleado también demandó a la compañía por discriminación racial por “haber sometido a los trabajadores negros y latinos a condiciones de empleo inferiores” al no proporcionarles, supuestamente, material de protección contra el covid-19. Tras aparecer en la prensa criticando que esa falta de medidas había llevado al contagio de 29 empleados, Christian Smalls fue despedido por, según Amazon, “ignorar las recomendaciones de distanciamiento”. El año pasado la cúpula de Amazon lanzó consignas de apoyo al movimiento Black Lives Matter. Lo hicieron tanto su director director ejecutivo y hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, como quien será su heredero, Andy Jassy. Sin embargo, la tecnología de reconocimiento facial que ha vendido a cuerpos de policía de EEUU arrastra, según diversos estudios, “prejuicios raciales” que perpetúan la criminalización de los afroamericanos.

Racismo en Google

Amazon no es el único gigante de Silicon Valley acusado de discriminación racial. El 2018, miles de trabajadores de Google en todo el mundo protestaron durante días por casos denunciados de acoso sexual, desigualdad de género y racismo sistémico. Este diciembre la multinacional californiana se vio envuelta en un nuevo escándalo con el despido de Timnit Gebru, investigadora pionera en la ética en la inteligencia artificial (IA) conocida por descubrir que las herramientas de reconocimiento facial se equivocan un 35% con las mujeres negras, las más perjudicadas. Entre otras malas prácticas, Gebru denunció discriminación racial dentro de Google. “Me pintan como la mujer negra enfadada porque te ponen en este lugar de trabajo terrible y si hablas de ello te conviertes en el problema”, explicó. Esos términos son los mismos que Charlotte Newman dice haber recibido en Amazon.