El final del estado de alarma en España es percibido por Grupo UBE como una «excelente noticia». Dado que la actividad de la firma está encuadrada dentro del sector químico, considerado como estratégico y ha continuado su actividad productiva, incluso, en los momentos más duros de la pandemia, el covid-19 sí ha tenido gran impacto socioeconómico en todo el mundo, algo que también ha afectado a la multinacional.

No obstante, UBE, desde el polo tecnológico que constituyen sus instalaciones del polígono El Serrallo del Grao de Castelló, ha mantenido a lo largo del último año y medio sus proyectos tecnológicos, muchos de ellos orientados al campo de los plásticos de ingeniería y química fina. Y ello se traduce en la búsqueda constante de soluciones para responder a las necesidades cambiantes de otros sectores industriales a los que presta servicio.

Buen exponente de este afán por la I+D+i es el trabajo de la firma para desarrollar materiales para envases con cada vez más altas prestaciones para su aprovechamiento en el campo alimentario. Las crecientes necesidades de alimentación de la población mundial requieren responsabilidad para evitar el desperdicio de alimentos y permitir una larga conservación en condiciones higiénicas durante las fases de producción, transformación y distribución.

Reducir los desperdicios 

Si un queso, un corte de carne o un plato preparado se echan a perder y no son aprovechados por el consumidor final porque el envasado no ha sido correcto y el producto se ha oxidado o ha fermentado, volver a producir ese alimento, supondría duplicar el dióxido de carbono emitido durante las mencionadas fases previas del proceso.  

La solución que aporta UBE proviene de la aplicación de envases de altas prestaciones que protegen el alimento mediante finas películas de plásticos de ingeniería. Estos sistemas avanzados son, además, mucho más ligeros que otros de metal o vidrio, y contribuyen a una menor emisión de CO2 en la fase de transporte hasta el consumidor.

La multinacional investiga nuevas soluciones para la conservación de los alimentos y plásticos más eficientes para numerosos sectores.

Sellantes y pinturas

Otro de los sectores industriales en los que UBE aporta su tecnología puntera a nivel mundial es la aplicación de sus desarrollos en la producción de sellantes, pinturas, barnices y adhesivos. La Unión Europea limita el uso de determinados productos químicos que pueden ser tóxicos para las personas, como los isocianatos. Recientemente el área de I+D de la compañía emplazada en el Grau de Castelló ha creado nuevas rutas de síntesis químicas con catalizadores especiales, que permiten producir policarbonatos y poliuretanos que no contienen isocianatos, y que son de aplicación en los sellantes, espumas y adhesivos empleados tanto en la industria eléctrica cono en la de la automoción.

Asimismo la compañía está investigando en estos momentos sistemas avanzados de reciclaje químico y mecánico que permitirán, mediante proyectos de colaboración público-privada, el reaprovechamiento de los residuos de envases de alimentación para crear nuevas materias primas, dentro de un esquema de economía circular.

Nuevas inversiones

La implantación de UBE en Castellón desde hace más de medio siglo ha propiciado que, de forma paulatina, las instalaciones de la firma ganaran en equipamiento tecnológico, un crecimiento que se ha agudizado en el último lustro y que tendrá continuidad durante los próximos años. No en vano, tal y como expresan fuentes de la multinacional, el grupo está inmerso en un destacado programa de inversiones en el Serrallo. 

Este plan de mejoras se centra en reducir los consumos energéticos, aumentar la seguridad y optimizar el almacenamiento de nailon y de los repuestos de mantenimiento. Hoy en Castellón trabaja en UBE un equipo de 550 profesionales.