Para más de uno el fin de semana se ha convertido en un no parar, y no precisamente de ocio porque se aprovecha para poner lavadoras y demás por la tarifa valle. Quien más quién menos busca los horarios más baratos para ahorrar algo en la factura. Hay quien ha recurrido a expertos para tratar de optimizar al máximo. Para los electrodomésticos que más gastan hay soluciones sencillas y baratas, como un programador horario. También es importante ajustar la potencia.

Pero lo que no está en nuestra mano es el precio de la tarifa, que no deja de batir máximos. En lo que llevamos de junio estamos pagando el kilovatio a algo más de 19 céntimos, un 42 por ciento más que hace un año. Los costes de los derechos de emisión de C02 se han duplicado en un año y junto a la alta demanda y el encarecimiento del gas explican unos precios tan altos.