El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista (pool) se ha situado para mañana viernes, 10 de septiembre, en 152,32 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un encarecimiento del 7,5 % respecto al máximo de 141,71 euros que marcó para este jueves.

Este precio, que en España se usa para calcular la tarifa regulada a la que están acogidos cerca de 11 millones de usuarios, más que triplica al que marcó el pool el segundo viernes de septiembre del año pasado (46,96 euros), según datos del operador del mercado OMIE.

Por franjas horarias, el precio no bajará en ningún momento de 146,29 euros, que es el que se pagará entre las 5:00 y las 6.00 de la madrugada, mientras que el coste más caro se soportará de 21:00 a 22:00, cuando el MWh se pagará a 159,31 euros.

Precios que afectan a Europa

Detrás de estos elevados precios, que afectan a toda Europa, están el encarecimiento del gas, usado por los ciclos combinados y que marca el precio del pool en la mayoría de horas, y el incremento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2).

Así, en el Reino Unido el megavatio hora se pagará mañana a una media de 222,51 libras (260 euros); en Alemania, a 138,29 euros; en Francia, a 137,24 euros; en Italia, a 145,21 euros, y en Portugal al mismo precio que en España, con el que comparte mercado mayorista, según datos recabados por Efe entre los respectivos operadores.

En todos los países de la Unión Europea el precio mayorista de la luz se fija por horas tras casar la oferta de los productores con la demanda prevista por el gestor del sistema y mediante un sistema marginalista que implica que la última tecnología en entrar (generalmente la más cara) sea la que marque el precio al que serán retribuidas todas las centrales que aporten energía en esa hora.

La Comisión Europea defiende que el sistema marginalista es el más eficiente a la hora de asignar recursos y, por tanto, cierra así la puerta a la petición de España de revisar este modelo que, a juicio de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, impide a los usuarios beneficiarse de la bajada de costes que supone contar con más renovables (cuyos costes de producción son mínimos).

A diferencia de lo que sucede en el resto de Europa, en España la tarifa regulada o PVPC está ligada directamente al pool, por lo que fluctúa por horas en función del precio de mercado, un sistema que desde las eléctricas han pedido que se cambia.

El objetivo, defienden desde las eléctricas, es desligar el PVPC del mercado mayorista e indexarlo, en todo o en parte, a una cesta de precios más estable, lo que evitaría al usuario estar sujeto a la volatilidad del pool, que, además, según marcas los mercados de futuros, seguirá en máximos al menos hasta la primavera de 2022.

Así, los consumidores que contratan su suministro en el mercado libre, unos 17 millones, pagan por el kilovatio hora los precios que pactan por contrato con las comercializadoras, por lo que no se ven afectados por las oscilaciones del pool de manera inmediata, aunque sí verán sus facturas incrementadas en caso de que la tendencia al alza se mantenga en el largo plazo.

Para amortiguar el impacto de precios el pool en la tarifa de los hogares, el Gobierno estudia extender más allá de fin de año la rebaja del IVA que grava el recibo de la luz del 21 al 10 %, aprobada en junio, así como la suspensión durante el tercer trimestre del impuesto a la generación (7 %, que pagan las productoras).

Además, entre otras medidas, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de obligar a las grandes eléctricas a subastar fuera del pool parte de su producción entre las pequeñas comercializadoras y la industria, así como desligar la tarifa del mercado mayorista.