El anuncio salía de boca del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá: "Estamos ya trabajando con los agentes sociales en revisar el modelo por el que se determinan las profesiones con particular penosidad, sobre todo las de penosidad prolongada. Esto va a permitir, cuando tengamos el nuevo marco definido, canalizar reivindicaciones que se nos han hecho, que hemos analizado y por las que tenemos la mayor simpatía. Yo creo que este tema podrá estar arreglado el año que viene". Palabras en la inauguración de Foromar 2021, un encuentro organizado por la asociación de autónomos UPTA y el Ayuntamiento de Cambados (Pontevedra) para analizar los problemas y las necesidades de los trabajadores del mar. La intervención del ministro -breve y telemática- se refería al colectivo de mariscadoras, explica Eduardo Abad, presidente de UPTA, que es la organización que ha trasladado esa demanda: mejorar la fórmula que permite a estas trabajadoras (son mayoritariamente mujeres) jubilarse tempranamente sin sufrir merma en su pensión.

Actualmente las mariscadoras ya cuentan con un coeficiente reductor que, aplicado al número de años en los que han ejercido su profesión, les permite "descontar" un tiempo a la edad legal de jubilación. Ese coeficiente es ahora del 0,1, así que una mariscadora que haya estado 30 años dedicada a esa labor, por ejemplo, podrá jubilarse 3 años antes de lo que lo hacen el grueso de los trabajadores. La aspiración de UPTA es aumentar el coeficiente al menos al 0,15, para acercarlo al que tienen otras profesiones del mar como los trabajadores a bordo de embarcaciones de pesca (que va entre el 0,4 y el 0,15 según el tipo de barco y la naturaleza del trabajo) o los estibadores (0,3).

Más colectivos

La modificación avanzada por Escrivá se enmarca en un proceso general de revisión de las condiciones de retiro de todas las profesiones duras: las excepcionalmente penosas y peligrosas, las tóxicas, las insalubres y las que acusan índices altos de morbilidad o mortalidad. Se trata de examinar las que ya tienen algún tipo de reducción en la edad de acceso a la jubilación (además del mar, son colectivos como los mineros, los ferroviarios, los trabajadores aéreos o los profesionales taurinos) y estudiar la inclusión de nuevas actividades. Es una exigencia del Pacto de Toledo, la comisión parlamentaria que evalúa el sistema de pensiones: Entre las 22 recomendaciones que aprobó el año pasado, y que deben inspirar las reformas del Gobierno en materia de Seguridad Social, está la de “mejorar el marco normativo para favorecer la identificación de estos colectivos, de forma que se cumpla con la función de proteger a quienes sufran por tales circunstancias consecuencias negativas en su salud y/o vean reducida su esperanza de vida”. Además, el pacto alcanzado el pasado verano por Gobierno, sindicatos y patronales para la reforma del sistema de pensiones también dispuso que se modificará y mejorará el procedimiento de solicitud para acceder a esta modalidad de jubilación anticipada.

"Las mariscadoras van a pie a las playas, y pasan varias horas metidas con el agua hasta el pecho en todo tipo de condiciones atmosféricas: haga frío, calor, niebla..." explica Abad, que reivindica por ello también otras mejoras para este colectivo, como incentivos fiscales para el inicio de la actividad o la revisión del catálogo de enfermedades profesionales para incluir las dolencias características en este sector. En España, el número de mariscadores se sitúa en torno a los 4.000, el 70% de ellos, mujeres.