Los colegios de arquitectos trabajan de un modo coordinado para afrontar el reto de la llegada de la inversión europea con el propósito de que la dotación pública lo aproveche de forma eficiente. Uno de los objetivos de los fondos Next Generation es la transición ecológica en todo tipo de edificios, «por lo que una gestión adecuada de las ayudas para la rehabilitación de estos fondos permitirá modernizar los edificios haciéndolos más sostenibles y reduciendo el consumo de energía», apuntan desde el Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón (CTAC). Desde el colectivo relatan que «para acceder a esta inyección económica, es necesario el estudio del edificio por parte de un arquitecto, quien podrá realizar una propuesta integral de rehabilitación que dé respuesta a las diferentes necesidades de la construcción y que los propietarios se puedan beneficiar de las ayudas».

El CTAC asevera que «los proyectos actuales reúnen una cantidad de información desmesurada: normativas, nuevos estándares de confort, etc, además de la coordinación entre los agentes y profesionales que intervienen a lo largo del proceso de diseño y construcción». «La única manera de hacer frente a este volumen de información es potenciar la digitalización del sector», aseveran.

Ante ello, el Colegio de Arquitectos de la Comunitat ha promovido entre sus colegiados el acceso a la formación en la nueva metodología de trabajo BIM (Building Information Modeling). Y lo ha materializado a través de una oferta formativa subvencionada, junto a la Generalitat valenciana, que ya han aprovechado cerca de un millar de arquitectos. Estas sesiones «impulsan el manejo y utilización de la información de un proyecto, además de permitir el trabajo colaborativo entre los distintos agentes implicados en un proyecto del sector de la construcción».

Premio de urbanismo

En octubre, durante la celebración de la Semana de la Arquitectura, el Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana anunció sus galardones bienales. Un trabajo realizado en la provincia de Castellón, en concreto en les Coves de Vinromà, recibió el premio a la mejor intervención urbana realizada.

El proyecto nace de la convocatoria de los Premios CRU para la Regeneración Urbana con Cerámica, impulsados por la Diputación de Castellón y en los que participa activamente el Colegio de Arquitectos de Castellón. Lleva la firma del estudio Bona Fide Taller, liderado por Alejandro Martínez del Rio, y consiste en la urbanización y ensanchamiento, a través de zonas de descanso y miradores del arcén, de uno de los caminos de acceso a la localidad. Y lo hace mediante un pavimento cerámico compuesto por baldosas recicladas procedentes de excedentes de fabricación. 

Se trata de una original pieza que también puede contemplarse en el proyecto de la calle San Vicente de Benicàssim, de los arquitectos Eduardo de Miguel y Enrique Fernández-Vivancos, y que pone de manifiesto el compromiso de la arquitectura con la sostenibilidad y su apoyo al sector cerámico, tan importante en la provincia.

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Compromiso cultural

Finalmente, otro de los objetivos del colegio es la divulgación de la arquitectura. Cada año, el colectivo lleva a cabo varias propuestas abiertas al público en general a través de la sala de exposiciones situada en la planta baja de su sede en la calle Enseñanza, número 4, de Castelló. El CTAC también participa en el Festival de fotografía Imaginaria, en la Nit de l’Art y convoca un concurso de dibujos para escolares de la provincia, así como numerosas conferencias y mesas redondas de debate.