Pese a las dudas expresadas a mediados de noviembre por la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) en su informe preliminar sobre el funcionamiento del mercado eléctrico (el definitivo estará para primavera), la Comisión Europea ha abierto la puerta a que los Estados miembros se alíen para realizar compras centralizadas de gas en la Unión Europea, tal y como lleva meses pidiendo el Gobierno de Pedro Sánchez como medida para frenar el alza de los precios de la luz en el continente europeo. Bruselas incluye la posibilidad en la revisión de las reglas para el mercado interno de gas presentada este miércoles. 

La propuesta responde a la escalada de los precios de la energía de los últimos meses, la volatilidad de los mercados mundiales y la petición cursada a mediados de octubre por los líderes de la UE, que invitó al Ejecutivo comunitario a adoptar medidas a medio y largo plazo para aumentar la resiliencia del sistema y reforzar la seguridad en el suministro en caso de crisis energética. La respuesta de Bruselas incluye incluye un paquete con cuatro líneas de actuación. En primer lugar, la posibilidad de que los Veintisiete realicen compras conjuntas de forma voluntaria para reforzar los stocks estratégicos en caso de emergencia. 

“La idea es que los Estados miembros que lo deseen, sobre una base voluntaria, unan fuerzas a través de compras conjuntas que podrían ayudarles a conseguir mejores condiciones en el mercado global. Hay que mirarlo desde el punto de vista de la seguridad en el suministro en caso de emergencia”, explican fuentes del Ejecutivo comunitario cuyo papel será garantizar que se respetan las reglas de la competencia, el mercado interior y que se respeta la legislación europea.  

El plan también apuesta por reforzar la capacidad de almacenamiento europeo, incluyendo explícitamente el papel del almacenamiento en las evaluaciones de riesgo a nivel regional. “Si los Estados miembros concluyen que hay un riesgo deberán considerar medidas en sus planes preventivos de emergencia para asegurar un nivel mínimo de stocks que podría realizarse en forma de obligaciones de almacenamiento mínimo”, explican las mismas fuentes. En este caso, países europeos afectados en la región tendrían que acordar las modalidades de financiación y los pagos de compensación y el mecanismo para transportar el gas del almacenamiento a su destino. 

“En caso de escasez, ningún hogar en Europa quedará abandonado, gracias a una mayor solidaridad automática transfronteriza mediante nuevas disposiciones predefinidas y aclaraciones sobre los controles y compensaciones en el mercado interior de la energía”, asegura Bruselas ante un plan que también aspira a reforzar las reglas actuales para cubrir los nuevos riesgos de ciberseguridad para el sector del gas como lo está en el del petróleo.