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Industria

Una planta como la de Arcelor en Asturias paga 120 millones menos de luz en Francia

El recibo eléctrico de los grandes consumidores de la región duplica el de sus competidores galos y estuvo por encima del de los alemanes en 2021

Instalaciones de Arcelor en Gijón.

Las plantas asturianas de ArcelorMittal hubieran pagado unos 120 millones de euros menos por su factura de la luz si en 2021, en lugar de estar ubicadas en España, hubieran estado radicadas en Francia y 66 millones menos si hubieran estado emplazadas un poco más al centro de Europa, en Alemania. Los cálculos derivan del último barómetro divulgado por la Asociación de Grandes Consumidores Eléctricos (AEGE) en el que se hace balance de los precios de la luz durante el pasado año, que en todo el continente europeo estuvieron disparados. En España, fue un año marcado por la entrada en vigor de las medidas incluidas dentro del estatuto del consumidor electrointensivo –aprobado el 15 de diciembre de 2020– que, a juicio de las compañías, no sirvió para aliviar el recibo de la gran industria. Resultó inocuo para acercarse a los precios que pagan los competidores franceses y alemanes.

Más en concreto, según las cuentas que maneja AEGE durante el año 2021 “los precios eléctricos de Alemania y Francia fueron inferiores a los del mercado español”. Esa diferencia, notable en la comparación con Francia es debida a la influencia en las facturas de los conocidos como costes regulados y de las bonificaciones que aplican los deferentes gobiernos a la industria electrointensiva. Metidos en una coctelera esos condicionantes, el resultado final refleja que en España la gran industria pagó el año pasado, de media, 120,42 euros por megavatio hora (MW/h), más del doble que los franceses (50,35) y unos 36 euros más que sus competidores alemanes (83,86). El recibo de la luz es vital para las grandes industrias puesto que, matiza AEGE, el coste de la electricidad llega a representar más de la mitad de los costes de producción.

El complejo asturiano de ArcelorMittal (Gijón y Avilés) tuvo durante 2020 –un ejercicio que, no obstante, fue anómalo por culpa de la pandemia– un consumo eléctrico de 1.828.500 megavatios/hora, según refleja el último informe sobre su actividad en España. Cruzando esos datos de consumo con el balance de AEGE, el resultado es que la multinacional pagó por el recibo eléctrico en Asturias más de 219 millones. Mientras que si esas mismas instalaciones hubieran estado ubicadas en Francia –donde este tipo de compañías que son grandes consumidores de energía tienen una tarifa especial gracias a la energía nuclear– hubiera abonado 92 millones. Algo más cara hubiera sido la factura en Alemania donde los precios también estuvieron disparados durante la última parte del año. En tierras germanas un complejo de las características del que Arcelor tiene en el Principado hubiera abonado unos 153 millones de euros.

Los precios no dan tregua. El análisis de la patronal de grandes consumidores señala que solo en diciembre el precio del megavatio hora alcanzó, de media, los 239 euros, una cifra que es cinco veces superior a la que se había marcado un año antes, en el último mes de 2020. Y este año no ha comenzado mucho mejor. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista caerá el sábado un 5,7%. Un alivio corto. La bajada pone fin a la espiral alcista de los costes de los últimos seis días, aunque se mantendrá por encima de la cota de los 200 euros por megavatio hora. El encarecimiento de estos últimos meses se explica por los altos precios del gas en los mercados y el de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), en máximos históricos este año.

Como medidas para hacer frente a este encarecimiento, el Gobierno amplió hasta el 30 de abril la rebaja de los impuestos incluidos en la factura de la luz de los consumidores. En concreto, se prorrogaron las rebajas del 21 al 10% del IVA –medida que no afecta a la industria– y la del impuesto especial eléctrico del 5,11% al 0,5%, el mínimo legal. No obstante, la suspensión del impuesto de generación al 7% que pagan las empresas solo se mantendrá, por ahora, hasta el 31 de marzo.

Las previsiones que maneja AEGE sostienen que los precios continuarán altos, al menos, durante estos primeros seis meses del año. E incluso también durante el final de este incierto 2022. Hartos de la situación, los grandes consumidores de electricidad han mostrado su respaldo a las peticiones que el Gobierno español ha realizado ante la Unión Europea para modificar de forma urgente el funcionamiento del mercado mayorista de la electricidad, de forma que la escalada de la cotización internacional del gas natural no se transmita con la intensidad con la que ocurre ahora a la factura de la luz.

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