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Gonzalo García Andrés | Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa

“La recuperación económica española es intensa, resistente y duradera”

"El valor del Plan de Recuperación consiste precisamente en combinar los dos aspectos: las reformas más la ejecución de los fondos europeos", afirma

Gonzalo García Andrés, en la sede de la Delegación del Gobierno en Asturias.

La recuperación económica española es “intensa, resistente y duradera”, según el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, quien el viernes estuvo en Asturias y mantuvo encuentros con empresarios, sindicatos y Principado. El número dos del Ministerio de Economía avanza que se seguirá reduciendo el déficit y la deuda públicos pero sin comprometer el crecimiento, y sostiene que la elevada deuda pública española tiene “una posición sólida aunque suban los tipos de interés más de lo que prevé el mercado”. Espera una decisión pragmática de la UE para restablecer la disciplina fiscal pero adaptándola a las nuevas circunstancias de los países tras el covid y reclama una cláusula de escape que permita eludir el contagio de la carestía del gas al resto de las energías. Y expresa la sensibilidad del Gobierno con la industria electrointensiva aunque no prevé cambios en el estatuto aprobado hace menos de dos años para este tipo de empresas con alto consumo energético.

España creció el año pasado un notable 5%, pero por debajo de la previsión del Gobierno. Ahora los organismos internacionales estiman que la mayor aceleración se produzca este año y que España lidere el crecimiento europeo. El gran resurgir anunciado se ha demorado un año. ¿Ocurrirá esta vez?

Estamos viviendo una intensa recuperación de la actividad y del empleo desde marzo de 2021. Incluso se ha mantenido en el cuarto trimestre pese al aumento de los precios de la energía, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y las tensiones geopolíticas. Ya hemos superado los niveles de ocupación previos a la pandemia e incluso, con datos de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre, hemos vuelto al nivel de empleo y a la tasa de paro de 2008, antes de la crisis financiera. Esto evidencia el acierto y la eficacia de las políticas económicas y de medidas como los avales ICO, que lograron amortiguar los efectos de la pandemia en las empresas, y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que evitaron destrucción de empleo. La economía siguió mostrándose resistente a final de año y ahora vendrá el efecto de los fondos europeos.

Aun así, España aún no ha logrado recuperar el producto interior bruto (PIB) de 2019, el año previo al coronavirus. ¿Se logrará este año o en el primer tramo de 2023, como aventuran algunos diagnósticos?

El PIB volverá a las cifras de 2019 a lo largo de este año. Seguramente ocurrirá en el tramo final del año tras haber reconquistado el empleo de entonces en octubre y noviembre pasados. Los organismos internacionales están pronosticando para España un crecimiento medio del 5% para 2021-2023. Se trata, por lo tanto, de una recuperación duradera y que además deberá ser más sostenible e inclusiva.

"La Comisión Europea conoce el rigor con el que gestionamos los fondos"

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El desacoplamiento por el que la recuperación del empleo va por delante del crecimiento del PIB ha dado pie a diversas hipótesis y a controversias académicas. ¿A que lo atribuyen en el Gobierno?

Aunque empleo y PIB son magnitudes relacionadas, no es la primera vez que ocurre. Es el efecto del hundimiento del turismo (nacional e internacional) a causa del covid, lo que supuso una merma de 93.000 millones. En 2021 se produjo el comienzo de la recuperación, incluida la exportación de servicios turísticos, pero no lo suficiente para recuperar seis puntos de PIB. En 2022 nos acercaremos al nivel turístico de 2019. Y el crecimiento del PIB por hora trabajada también se está recuperando y convergerá.

Alguna aerolínea internacional prevé volver al volumen de tráfico con España de 2019. ¿Se recuperarán los 83,7 millones de turistas extranjeros de entonces?

Según están evolucionando las condiciones sanitarias, las previsiones son buenas. Quizá este año aún no se vuelva a esa cifra pero habrá una mejora sustancial respecto a 2021.

¿Mantienen las previsiones del impacto favorable de los fondos europeos de recuperación y reconstrucción en la economía?

Se hizo un análisis de abajo a arriba y se estimó un efecto favorable con la creación de 800.000 empleos, en torno a dos puntos de PIB anuales y cuatro décimas de mejora en el PIB potencial. Esta estimación sigue siendo válida aun teniendo en cuenta la complejidad del programa de los fondos. Hay un impacto esperado en el PIB por el lado de la demanda y otro por la vía de la oferta y del crecimiento potencial.

¿El efecto en el crecimiento potencial provendrá de las reformas estructurales?

Claramente. El valor del Plan de Recuperación consiste precisamente en combinar los dos aspectos: las reformas más la ejecución de los fondos europeos.

"La deuda española tiene una posición sólida aunque los tipos suban más de lo que espera el mercado"

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¿Temen que la insistencia del PP en cuestionar en Europa la gestión de los fondos pueda hacer cambiar la percepción de las autoridades comunitarias o las quejas seguirán cayendo en saco roto?

En gran medida no le han estado preocupando a las autoridades europeas porque llevamos año y medio trabajando con ellas de modo muy intenso. Se establecieron 52 hitos y objetivos que supervisa la Comisión Europea y saben muy bien el grado de rigor con el que diseñamos y ejecutamos el plan. Así que estamos en plena vorágine de trabajo y prestamos poca atención al ruido.

Las empresas se quejan de que aún no están llegando los recursos europeos al tejido económico.

Ya están llegando y van a seguir haciéndolo. Ya nos hemos reunido con los interlocutores sociales y estamos muy atentos a lo que nos dicen empresarios y sindicatos, que saben muy bien el gran esfuerzo que se está haciendo. Las convocatorias de ayudas para el primer semestre suman 24.000 millones y trabajamos para que las empresas las puedan aprovechar.

¿Están justificados los temores de la que la Administración no tenga capacidad de gestionar, tramitar y adjudicar en tan poco tiempo un volumen tan enorme y repentino de fondos? Se dice que en las últimas remesas de fondos estructurales hay un grado de cumplimiento bajo.

No es de todo cierto en el caso de los fondos estructurales. Sí es verdad que ahora estamos ante la necesidad de hacer un esfuerzo sin precedentes. Pero, con trabajo y esfuerzo, la Administración española podrá hacerlo. Ya lo estamos viendo. Estamos llegando a la velocidad de crucero en la ejecución. Es un gran desafío pero se está ejecutando bien.

¿Las preocupa que la inflación pudiera no ser tan transitoria y pasajera como habían pronosticado los bancos centrales y organismos internacionales?

Nos preocupan los precios de la energía y su impacto en las empresas y las familias. Por eso hemos adoptado medidas para amortiguar los precios de la electricidad asociados al gas natural, y por eso hemos pedido una respuesta más contundente de la UE para el aprovisionamiento energético y crear una cláusula de escape cuando el gas (que supone el 13% de la generación) eleva el precio para todas las fuentes energéticas. En Europa está creciendo la conciencia para que sé una solución duradera y evitar que afecte a la transición energética.

"La reducción del déficit va a continuar pero sin dañar el crecimiento"

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Pero la Comisión Europa y algunos países no parecen proclives a cambiar el sistema mayorista de formación de precios de la electricidad vigente en la UE.

No hablamos de cambiar el sistema mayorista sino de que nos dotemos de una regla de excepción para tener flexibilidad.

Parecen ya inevitables el fin de la expansión monetaria excepcional y el comienzo de un ciclo de subida de tipos de interés. ¿Deben preocuparse los países con una elevada deuda pública, caso de España?

Tras la gestión que se ha hecho, España tiene una deuda pública con más de ocho años de vida media. Somos por ello bastante resistentes a las subidas porque hemos alargado bastante los plazos. Cerramos el año con un coste medio del total de la deuda del 0,1% y un coste medio de emisión del 1,56%. Estamos, por lo tanto, en una posición sólida aunque suban los tipos más de lo que prevé el mercado. Y vamos a seguir sustituyendo las emisiones muy caras que se hicieron en 2011 y 2012 por otras más baratas. El escenario es de estabilidad en la carga de intereses.

Aunque las primas de riesgo de los países periféricos como España siguen siendo reducidas, y muy lejos de los niveles críticos de julio de 2012, han empezado a repuntar en la expectativa de una subida de tipos. ¿Esto podría complicar la recuperación?

No hay que confundir la orientación de la política monetaria con la estabilidad de la deuda. El Banco Central Europeo (BCE) ya aprendió en 2012-2013 la gravedad del problema que supone la fragmentación del área monetaria. Y no tiene por qué producirse un impacto sobre los diferenciales de las condiciones financieras y monetarias. Cuando el BCE acabe el programa de compra de deuda iniciado con la pandemia, seguirá con el plan que ya existía con anterioridad y luego continuará un periodo de reinversión de la deuda que venza en su balance.

"El gobierno es sensible al coste energético pero es difícil que se pueda mejorar el estatuto electrointensivo"

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En Europa está abierto el debate para restablecer la disciplina fiscal de los países del euro tras haberla suspendida en 2020. ¿Está España en minoría en su afán por que se flexibilicen las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para limitar el déficit y la deuda públicos?

No. La posición es pragmática. No tiene sentido restablecer las reglas sin cambios cuando las ratios de deuda son hoy mucho más altas a raíz de la pandemia. Y tenemos experiencia de lo que ocurrió con un ajuste fiscal abrupto en la salida de la crisis anterior. Nosotros queremos reactivar la norma pero con cambios y consensuados. El Gobierno apoya la reducción de la deuda. Ya ocurrió el año pasado respecto al PIB, aunque de modo modesto. Esta reducción del endeudamiento va a continuar, pero haciéndola compatible con el crecimiento económico.

¿Está dispuesto el Gobierno a subir impuestos en año electoral para lograr ese objetivo?

Vamos a ver lo que nos dice la comisión de expertos que fue designada para que haga una propuesta fiscal. Veremos qué senda nos propone para reducir el déficit. El año pasado ya se rebajó y se situó por debajo del objetivo y este año prevemos recortarlo hasta el 5%. Es una reducción sustancial con una política prudente. Lo que buscamos con la reforma tributaria es mejorar el sistema fiscal y reforzar su eficiencia, suficiencia, justicia y efecto distributivo.

¿Se ha planteado el Gobierno qué ocurriría si hipotéticamente una eventual sentencia del Tribunal Constitucional anulara, como pretende el PP, la votación parlamentaria que respaldó la reforma laboral?

No tenemos tiempo para hipótesis.

La crisis del PP, en tanto que primera fuerza política de la oposición, ¿podría tener efectos perjudiciales para la economía si una ruptura interna del partido generara una inestabilidad política grave?

Es fundamental que la oposición funcione y haga su labor, y más ahora que tenemos esa oportunidad extraordinaria como son los fondos europeos y la transición energética y digital. Es necesario que todos trabajemos en la misma dirección.

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