"La Comisión Europea está estudiando distintos escenarios si Rusia decide interrumpir parcial o totalmente las suministros a Europa. Pero para este invierno tenemos la situación bastante cubierta". Así lo ha asegurado la comisaria de energía Kadri Simson este lunes en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum en el que ha avanzando que este martes se va a celebrar una ronda de reuniones en Bruselas sobre la seguridad de suministro para que todos los países cuenten con su plan de contingencia. "Es importante estar preparado para la peor situación posible y que los estados miembros colaboren entre sí", ha añadido Simson.

La rusa Gazprom lleva meses reduciendo sus suministros a Europa y los depósitos de gas del continente están en mínimos históricos (30%), según ha indicado Simson. En este contexto, la Comisión Europea trabaja "en distintos escenarios", entre ellos, diversificar la vía de entrada de esta materia prima. Desde enero han empezado a venir importantes contingentes de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos y el continente tiene una alianza con Qatar para recibir suministros a través del gasoducto de Azerbayan (el año pasado el 40% de las necesidades de gas europeas ya llegaron desde este país). Además, mañana la Comisión prevé reunirse con Noruega para impulsar la llegada de gas también a través de esta vía.

No obstante, Simson ha puesto el acento en que es diferente la situación por países, pues no es lo mismo la situación española, con el gasoducto argelí y varias vías de entrada por mar, que la de otro país sin línea costera.

"Hemos trabajado mucho para diversificar vías de suministro. Ahora tenemos que encontrar la solución que nos ayude a ver qué hacemos con el petróleo que también tiene un papel que desempeñar. La solución pasa por desarrollar renovables y no depender de las importaciones extranjeras. Si invertimos en renovables los ingresos se van a quedar en la Unión Europea", ha insistido Simson. Según sus cifras, llevó a la Unión Europea a pagar más de 300.000 millones de euros en importaciones energéticas antes de la crisis del coronavirus. "Tenemos que reducir nuestra dependencia extranjera cuanto antes", ha añadido Simson.

Por eso, la comisaria ha avanzado que "en primavera" la Comisión Europea pondrá en marcha dos planes para impulsar las energías renovables en el continente en los que España "tendrá un papel muy importante que cumplir". Uno dirigido a "acelerar los permisos y autorizaciones" de este tipo de instalaciones que para algunos países como es el caso de España son un verdadero cuello de botella al despliegue de energías limpias por la avalancha de proyectos y los retrasos administrativos. Y el otro para "facilitar la realización de acuerdos energéticos".

Atajar el alza de los precios

Pero más allá de la crisis de suministros que se derive de un potencial conflicto entre Rusia y Ucrania, el principal problema al que se enfrenta Europa y, sobre todo, España es el alza de los precios de la electricidad, impulsado por la rápida recuperación tras la pandemia y la reducción del suministro de gas ruso que tensiona el precio de esta materia prima. Simson ha asegurado que "la Comisión Europea está dispuesta a abordar junto con España este reto que plantea los altos precios", pero no ha dado más pistas sobre cuál será el camino elegido por Bruselas. Lo máximo que ha llegado a decir es que en el seno de la Unión Europea hay "diferentes opiniones", unos "creen que es necesario un cambio normativo en el sistema de formación de precios y otros creen que el marco actual es el que impulsa las renovables". "Los reguladores (ACER) presentarán un informe en abril para suavizar los incrementos de precios en el futuro", ha añadido.