Endesa elevó su beneficio neto hasta los 1.435 millones de euros, un 2,9% más que hace un año, tras incluir un deterioro de activos de generación eléctrica en los territorios no peninsulares (Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla) de 652 millones relacionado con la situación prevista de los mercados de materias primas y los costes que se prevén recuperar por estos conceptos, así como con los cambios contemplados en la estructura de generación futura y sus efectos en la generación térmica actual, según explica la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El resultado neto ordinario del grupo, que sirve de base para el reparto del dividendo, se situó en los 1.902 millones, un 11% inferior al de 2020, pero un 12% superior a la previsión de 1.700 millones anunciada en la presentación de su plan estratégico el pasado mes de noviembre. La eléctrica, propiedad en un 70% de la italiana Enel, repartirá un dividendo de 1,44 euros, un 11% más de lo previsto, aunque por debajo del reparto de 2,014 euros por acción del año pasado. Esto se debe a que, como ya había avanzado la empresa, este año se abonará el 80% del beneficio neto ordinario, y no el 100% como hasta ahora, para adecuarlo a la inversión prevista en los próximos años (7.500 millones entre 2022 y 2024, y que asciende a 31.000 millones en total hasta el año 2030).

Los ingresos de Endesa ascendieron durante el periodo a 20.899 millones de euros, un 22,9% más que los conseguidos hace un año, de los cuales apenas un 1% procede del carbón. La compañía está pendiente de clausurar la planta de As Pontes (A Coruña), la última central de carbón de la península para culminar la salida de este negocio, lo que dejará operativos sólo 240 megavatios con esta tecnología ubicados en Baleares.

En cuanto al ebitda (beneficio bruto de explotación), este crece un 6% respecto a 2020 y se sitúa en 4.278 millones, de nuevo por encima (un 7%) de la estimación prevista. Este crecimiento su sustenta en dos pilares, según explica la empresa. Primero por la contabilización de ingresos extraordinarios de 300 millones derivados de la anulación judicial del canon hidráulico 2013-2020 y de otros 186 millones por la recuperación de los costes de CO2 del año 2006 también por sentencia judicial; y, segundo, "por los esfuerzos de gestión en los distintos negocios para tratar de paliar el impacto de la citada subida excepcional de los precios del gas". 

Tras un año 2020 en el que la intensidad competitiva en el mercado español fue especialmente relevante, Endesa ha revertido la pérdida de clientes en el mercado liberalizado y ha cerrado el ejercicio con un crecimiento del 3% de la base de consumidores en este segmento, hasta los 5,9 millones en España y Portugal. Por otra parte, la fuerte subida experimentada el alza de la tarifa regulada (PVPC) en España ha llevado a un descenso del 8% en el número de clientes acogidos a ella, hasta 4,4 millones. En términos globales, Endesa cierra el año con 10,3 millones de clientes eléctricos, por debajo de los usuarios que tenía al cierre de 2020.