El Ministerio de Seguridad Social ha presentado una nueva propuesta para reformar el sistema de cotización de los trabajadores autónomos, que sitúa la cuota mínima en 202 euros mensuales y crea una tripla figura de protección similar a los ERTE y que pretende dar cobertura a los trabajadores por cuenta propia durante caídas de más del 50% de sus ingresos, según explican fuentes conocedoras de la reunión. Hace dos semanas José Luís Escrivá modificaba su oferta y bajaba el importe de las cuotas máximas para tratar de acercar a ATA, la organización vinculada a la CEOE. Y este lunes ha vuelto a mover ficha para intentar tirar cables hacia las entidades vinculadas a los sindicatos, Upta Uatae, con cambios en las cuotas para aquellos trabajadores por cuenta propia con ingresos ligeramente encima del salario mínimo interprofesional (SMI).

Escrivá trata de trazar los equilibrios en los que aunar todas las posiciones y para eso va reequilibrando los importes de las cuotas que los trabajadores autónomos deberán pagar una vez esté plenamente en vigor el nuevo sistema de cotización en función de los "ingresos reales". Y es que ese esquema por tramos que plantea el Gobierno se basa en la siguiente premisa: la cuota que paga el autónomo depende de la suma de cuántos ingresos fruto del trabajo tenga y cuántos gastos derivados de ese trabajo puede descontarse. Para hacer una aproximación de lo que serían sus rendimientos netos. En este sentido, Escrivá plantea que al resultado de esa ecuación los autónomos personas físicas puedan descontarse el 7% de sus rendimientos netos en concepto de gastos corrientes para los autónomos personas físicas. Dicho porcentaje bajaría al 3% para los societarios.

A esos factores correctores se suman cambios en las cuotas. La mínima empezó en 184 euros, luego subió a 214 y ahora la Seguridad Social la ha bajado a 204 euros. La última oferta también plantea una reducción de las cuotas de los tramos intermedios. Quienes tengan rendimientos netos de entre 1.125 y 1.300 euros pagarán 290 euros (antes era de 316 euros). Y para el tramo de ingresos de entre 1.300 y 1.500 euros la cuota baja de 391 a 382 euros, según fuentes del diálogo social. También hay un aumento para los autónomos de mayores ingresos y se recupera un tramo de la parte alta: quien tenga rendimientos mensuales por encima de 3.620 euros deberá pagar 1.123 euros de cuota. Todo ello no es definitivo, es objeto todavía de negociación y puede estar sujeto a cambios.