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Protestas en el sector

De pagar parte de la gasolina en Francia a la bajada del IVA en Polonia: ¿Cómo ayuda Europa a sus transportistas?

Las patronales del sector reclaman al Gobierno ayudas concretas como las ya anunciadas o aplicadas en la gran mayoría de Estados de la UE

El sector del transporte cumple hoy ocho días de paro indefinido.

La presión de parte del sector del transporte sobre el Gobierno le ha obligado a adelantar al jueves la reunión prevista para este viernes, donde el gremio espera la concreción de ese paquete de 500 millones de euros anunciado para contener las protestas. La ausencia de detalles y de cómo se iba a repartir ese presupuesto extraordinario fue uno de los motivos por los que la segunda organización con más asociados del transporte se sumara abiertamente a las protestas. “El problema no es el importe, sino que no se ha explicado nada más”, coinciden en señalar varias fuentes del sector, que ponen como ejemplo que países como Francia han movilizado partidas inferiores de recursos, pero detalladas. Lo que ha generado mayor certidumbre dentro del gremio y ha contribuido a no alimentar protestas.

La principal crítica de las asociaciones, tanto de las díscolas como de las que siguen sin secundar los paros, es la tardanza en anunciar, concretar y aplicar las medida, en un momento en el que esa falta de expectativas está tensionando a las organizaciones a la hora de ejercer de dique de contención del malestar de sus asociados. Las cúpulas necesitan vender avances en las negociaciones a sus bases, que llevan meses sufriendo el alza continuada de los carburantes. Si no hay avances concretos, las organizaciones no pueden dar argumentos a los suyos para no sumarse a las protestas. De esa falta de concreción española no pueden ser acusados la mayoría de las grandes economías de la Unión Europea (UE), que o bien ya están aplicando o bien ya las han anunciado, medidas concretas para contener la escalada de precios.

La vía más frecuente entre las principales economías del ‘Viejo Continente’ ha sido la de bonificar directa o indirectamente parte del precio de la gasolina profesional. Esta es también la que ha escogido la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que aboga por subvencionar parte del gasóleo profesional, ha descartado bajadas de impuestos y se ha posicionado a favor de los esquemas desplegados en FranciaPortugal Suecia, entre otros. La crítica que lanzan desde patronales como Fenadismer es que todos estos países ya han concretado como se van a ayudar a los transportistas. Alemania tampoco ha concretado aún todas sus medidas referentes a los transportistas, aunque sí otras, como una reducción de impuestos a las energías renovables, según explica el profesor de operaciones e innovación de Esade, Jaume Hugas. "En todos los países hay descontento, la diferencia es que algunos estados se han avanzado y lo han contenido y aquí en España ha ido a más", explica.

Emmanuel Macron ha activado dos líneas de ayudas. Por un lado, bonificar 15 céntimos por litro de carburante gastado, desde el 1 de abril y durante los próximos cuatro meses. Y, por el otro, pactó el viernes pasado con las organizaciones de transportistas un paquete de 400 millones que servirán para conceder ayudas directas de entre 300 y 1.300 euros por vehículo, dependiendo si son autocares, camiones o furgonetas. Desde Portugal, António Costa pagará entre 20 y 30 céntimos por litro de gasóleo por mes en función del tipo de vehículo de transporte y durante los próximos tres meses, según Fenadismer explica que le trasladó su asociada portuguesa ANTP. Así como una bajada del impuesto al carbón.

Suecia está en vías de aprobar ayudas no solo para el transporte profesional, sino para toda persona propietaria de un vehículo, pensando en aquellos trabajadores que no viven del transporte, pero sí tienen que coger el coche para ir a trabajar. "Allí el Gobierno concede más ayudas a la gasolina en los pueblos con menor población, porque en principio se han de desplazar más", explica el investigador de Esade. Todavía no está aprobada la medida, pero el Ejecutivo estudia bonificar 12 céntimos por litro de gasolina.

El Gobierno descarta la vía polaca

Los países vecinos de la UE han actuado mayoritariamente por la vía de las bonificaciones y no por la de la bajada de impuestos. Prefieren que sean los Estados los que paguen parte de la factura durante un tiempo o disminuirse capacidad recaudatoria. No obstante, otra corriente de estados, como ItaliaIrlanda Polonia, han apostado por las bajadas de impuestos.

En el caso del país transalpino han apostado por bajar el impuesto especial de carburantes 25 céntimos el litro solo durante el mes de abril, según aprobó el Consejo de Ministros de Mario Draghi el viernes pasado dentro de un paquete más amplio de ayudas para toda la economía de 4.400 millones de euros. Irlanda, por su parte, ha bajado los impuestos especiales en 20 céntimos por litro de gasolina y 15 céntimos por litro de gasóleo, medidas ya en vigor y hasta el 31 de agosto. "Italia pagará parte de esas ayudas con un aumento temporal de impuestos a las empresas energéticas", explica Hugas.

Polonia no ha aplicado soluciones quirúrgicas, sino bajadas de impuestos generalizadas. Desde el 1 de febrero bajó el IVA de los combustibles del 23% al 8%, dentro de una bajada transversal de impuestos que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, cifró en un coste para el Estado de 4.000 millones de euros. Desde el Gobierno han rechazado hasta la fecha la rebaja del IVA del 21%, alegando que no sería provechosa para los transportistas, pues ellos se lo descuentan posteriormente en su declaración de la renta. "Por eso quieren ayudas directas", afirmó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

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