Imaginarium no tira la toalla. Al menos eso dicen los gestores de la juguetera aragonesa, que ha quedado reducida a la mínima expresión en los últimos años por la crisis que arrastra, una abultada mochila de deudas que ha dejado comprometida su viabilidad. Desde la empresa reconocen tener "todo preparado" para presentar en los juzgados la solicitud del concurso de acreedores. A pesar de ello, aseguran que van a tratar de reactivar su mermada red comercial con la apertura de ocho nuevas tiendas propias en España hasta final de año. Todo ello, con el anhelo de resurgir de las cenizas.

La compañía lleva cerca de dos años en situación de preconcurso, pero no ha tenido la obligación de instar la insolvencia judicial gracias a la moratoria de estos procesos aprobada por el Gobierno para paliar los efectos económicos del covid. La cadena, que llegó a ser un referente a nivel mundial con su pionero concepto de juguete educativo, ya estuvo a punto de entrar en disolución hace cinco años, pero se evitó al ser comprada por parte de un grupo de inversores internacionales liderados por Federico Carrillo Zurcher. Este abogado costarricense está ahora solo en la aventura empresarial. Desde principios de año se ha hecho con la práctica totalidad del accionariado (el 99,94%).

Los primeros movimientos para tratar de reflotar comercialmente la cadena de juguetes ya se han empezado a producir. La compañía está en pleno traslado de los dos únicos establecimientos de su propiedad que le quedan en el territorio nacional, situados en Zaragoza y La Coruña. En el caso de la capital aragonesa, el pasado sábado cerró el local que tenía en el centro comercial Aragonia para mudarse al número 23 de la calle León XIII, una nueva ubicación que se espera abrir a finales de esta semana. En la ciudad gallega, este lunes ha bajado la persiana la tienda de la calle Betanzos, pero la empresa asegura que esta misma semana iniciará las obras para poner en marcha otra en una localización céntrica que no desvela por el momento.

"Estamos a las puertas de presentar el concurso de acreedores, pero esperamos que sea de continuidad, no de cierre. Queremos salir airosos para seguir adelante", explicaron fuentes de Imaginarium. Las estadísticas sobre las conocidas antes como suspensiones de pagos no juegan a favor de que este deseo se haga realidad, ya que el 90% de las empresas que entran en esta fase se acaban liquidando.

"Búsqueda activa de inversores"

En la empresa están convencidos de que sí es posible la supervivencia. La clave para lograrlo, dicen, pasa por volver a incrementar la presencia en el comercio físico, además de por la "búsqueda activa de inversores" que está realizando Federico Carrillo. En esta estrategia se enmarca la apertura de nueve puntos de venta en Grecia de la mano de la distribuidora de moda infantil Lapin House, uno de ellos en el aeropuerto de Atenas. También está reactivando su presencia en Turquía a través de una master franquicia que ha abierto una tienda y prevé impulsar otra antes de que acabe el año.

Desde la firma de juguetes aseguran que la "prioridad" es también volver a crecer en Zaragoza, donde confían en la apertura a corto plazo de una o dos tiendas, además de la que se traslada a la calle León XIII. El objetivo de la empresa es cerrar el año con diez establecimientos propios en España, frente a los dos que tiene en estos momentos en proceso de traslado, a los que se suman ocho más que funcionan bajo franquicia. "Queremos volver al comercio de cercanía para estar a pie de calle, no en centros comerciales", comentaron.