El presidente y consejero delegado del Grupo Serhs, Jordi Bagó Mons, y otro alto de la empresa de alimentación y hostelería han aceptado una pena de un años de prisión y multa por un delito de estafa, al haber ocultado en el 2016 a la entidad Novo Banco la suscripción con otros bancos de una acuerdo marco de reordenación de la deuda financiera, provocando un impago de 1,5 millones de euros. Los dos acusados han admitido los hecho tras un acuerdo con la fiscalía, que reclamaba inicialmente siete años de prisión. La rebaja de la condena se ha producido por la aplicación de la atenuante de reparación del daño (desembolso del dinero) y dilaciones indebidas durante la tramitación del proceso judicial. El tribunal de la Audiencia de Barcelona que realizado la vista ha dictado sentencia 'in voce' y ha suspendido la ejecución de la pena privativa de libertad, a cambio de no volver a delinquir durante un periodo de dos años. El abogado de la defensa ha declinado valorar la resolución.

La fiscalía sostenía en su calificación provisional que desde el 2012 la entidad bancaria Novo Banco prestaba a las mercantiles Sehrs Distribución y Logística y Grupo Serhs el servicio de financiación a través de una póliza de crédito, hasta un límite económico que se fue incrementado a lo largo de los años por la confianza del banco con estas empresas. Para la concesión de dicha financiación y sus sucesivas renovaciones, Novo Banco solicitaba a los administradores del grupo empresarial información relevante sobre su liquidez y solvencia, así como las operaciones significativas que tuvieran en marcha.

Operación "torticera"

En octubre del 2016, los acusados, como responsables del Grupo Shers, suscribieron un acuerdo marco con diversos bancos para la reordenación de la deuda financiera y en el que se pactó, entre otros extremos, una devolución preferente y anticipada de los créditos bancarios que ostentaban esas ,entidades crediticias, "en detrimento", según el fiscal, del resto de acreedores, entre ellos Novo Banco. A pesar de ese acuerdo marco, los imputados solicitaron, posteriormente, a Novo Banco la renovación de la póliza y su ampliación, "ocultando torticera y maliciosamente", incide la acusación, a este banco la existencia del acuerdo marco con las otras entidades bancarias.

Novo Banco no tuvo conocimiento de ese acuerdo marco hasta septiembre del 2018, al detectar una incidencia de impago por un importe cercano a los tres millones de euros. Fue entonces, por lo tanto, cuando se enteró de la clausula que determinaba que la empresa pagaría a las entidades que refinanciaron la deuda de forma anticipada con importes procedentes de futuras de desinversión y que, a su vez, habían sido ocultadas Novo Banco, cuyo derecho de crédito quedaba subordinado y degradado frente a los demás bancos. Ante esta situación, Novo Banco envió al Grupo Serhs un requerimiento reclamándole la devolución del importe de la deuda que tenía con ellos, que ascendía a 1,5 millones de euros, transfiriendo los acusado solo 10.000 euros.