La Unión Europea continúa diversificando proveedores de energía “a la velocidad del rayo”. El suministro de gas de fuentes distintas a Rusia ha aumentado en 31 bcm desde enero de este año lo que ha permitido compensar los cortes en el suministro del gigante ruso Gazprom. Sin embargo, la mejor forma de eliminar los combustibles fósiles rusos del mix energético europeo y hacer frente al “chantaje ruso” es acelerar la transición hacia fuentes de energía verdes, ha advertido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha anunciado que trabajan en una intervención de emergencia y una reforma del mercado eléctrico para hacer frente a la crisis de los precios del gas.

“Los exorbitantes precios de la electricidad están exponiendo ahora las limitaciones de nuestro actual diseño de mercado eléctrico. Fue desarrollado para diferentes circunstancias y por eso ahora la Comisión está trabajando en una intervención de emergencia y en una reforma estructural del mercado eléctrico. Necesitamos un modelo de mercado de la electricidad que realmente funcione y que nos devuelva al equilibrio”, ha explicado durante el Foro estratégico de Bled, que se celebra en Eslovenia. Von der Leyen no ha dado detalles sobre las medidas en las que trabajan, ni ha precisado en qué consistirá la reforma.

Desacoplar el gas y la electricidad

Poco después, en un debate energético en Berlín sobre el tema de la transformación junto con el vicecanciller alemán y ministro de Economía, Robert Haback, Von der Leyen ha añadido que la reforma completa del mercado debe estar técnicamente lista a principios del 2023. La presidenta de la Comisión Europea ha explicado que el mercado eléctrico necesita ser reformado y que los precios del gas y de la electricidad deben quedar "desacoplados" entre sí.

Estas directrices conectan con los principios de la llamada "excepción Ibérica" que, desde mediados de junio, permite a España y a Portugal poner un tope al precio del gas que se utiliza en la generación eléctrica. No en vano, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha celebrado que Bruselas se haya abierto ahora a intervenir el mercado eléctrico, si bien ha lamentadoha que Europa ha "perdido un año" a la hora de atajar los elevados precios de la energía. "Es un movimiento interesante, aunque probablemente nos hubiera gustado haberlo visto hace un año", ha indicado la vicepresidenta en una entrevista en el canal 24 Horas.

La presidencia checa de la UE espera no obstante en recibir una propuesta a tiempo para la reunión de ministros de energía de emergencia que ha convocado para el próximo 9 de septiembre. “He convocado una reunión extraordinaria del Consejo de energía el 9 de septiembre en Bruselas. Tenemos que reparar el mercado de la energía. La solución a nivel de la UE es, con mucho, la mejor que tenemos”, ha dicho el ministro checo de industria, Jozelf Sikel, sobre uno de los principales desafíos al que se enfrentan los Veintisiete gobiernos de la UE en este inicio del nuevo curso: la crisis de los precios del gas y la electricidad.

La presidenta de la Comisión Europea no ahonda en posibles medidas ni plazos y hace un llamamiento para acelerar la transición hacia fuentes de energía verde

La presión ha vuelto a aumentar en las últimas semanas y son varios los países que apoyan la idea de emprender una reforma, entre ellos Alemania, reacia hasta ahora a hablar del desacoplamiento del precio del gas y la electricidad y a modificar el modelo marginalista, lo mismo que Países Bajos o Austria, pero cuyo vicecanciller, Robert Habeck, se mostraba dispuesto esta semana. Lo mismo que Bélgica, partidaria también de reformar el mecanismo de fijación de precios y de poner un tope al precio del gas, en línea con la llamada excepción ibérica, que ha permitido a España y Portugal introducir un tope temporal hasta finales de mayo de 2023 para abaratar la factura de la luz

"Los 5 a 10 próximos inviernos serán terribles si no hacemos nada. Hay que actuar desde la raíz, a nivel europeo y trabajar sobre un tope al precio del gas", reivindicaba este domingo la ministra de energía, Tinne van der Straeten, que cifra en 770 euros el ahorro en la factura energética y que defiende una revisión del sistema europeo de formación de precios. Su primer ministro, Alexander de Croo, ha asegurado este lunes desde Noruega que capitales como Berlín han empezado a cambiar de posición. "En Alemania, que era el principal país contra el tope (al precio del gas) vemos que las cosas se están moviendo", ha dicho.

Además de seguir diversificando suministradores de combustibles fósiles, Von der Leyen considera que parte de la solución se encuentra en acelerar la transición hacia fuentes de energía verdes. “Cada kilovatio hora de electricidad que Europa genera de energía solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa o hidrógeno geotérmico o verde nos hace menos dependientes del gas ruso” y “hoy el precio de la energía solar y eólica es más barato que los combustibles fósiles contaminantes”, ha explicado reivindicando el papel de soluciones como los parques eólicos marinos.

Materias primas

Un cambio estructural que debería ir más allá de la energía porque la transición verde y digital emprendida por la UE aumentará masivamente las necesidades de otras materias primas como litio para las baterías, silicio para los chips o tierras raras para producir imanes para vehículos eléctricos y aerogeneradores. La demanda de todos ellos podría duplicarse para 2030. Por ejemplo, solo la demanda europea de baterías de litio aumentará a un ritmo anual del 40% entre 2020 y 2025. 

“La buena noticia es que significa que el Pacto Verde Europeo está progresando. La no tan buena es que un país domina el procesamiento. De las 30 materias primas críticas hoy en día 10 provienen en su mayoría de China”, ha avisado la presidenta urgiendo a terminar también con la dependencia en este terreno, para evitar nuevos chantajes en el futuro, y a cerrar alianzas con otros países con los mismos valores. “Miren a Rusia. El precio a pagar por su petróleo y gas es la pérdida de soberanía e independencia. No quieren socios, sino vasallos. Y no es solo el Kremlin. Decenas de países están al borde de la quiera porque no pueden pagar su deuda con China”, ha avisado alertando del riesgo al que se enfrenta el orden basado en reglas.