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Empresas de automóviles

El Gobierno da el portazo definitivo a la alta tensión en una empresa de coches en Vigo: “La propuesta no está justificada”

Desoye a la Comisión de Industria del Senado, que instó a Transición Ecológica a enganchar la factoría a una red de 220 kilovoltios | El grupo ya advirtió que esta carencia será “limitante” para sus futuros planes industriales

Sistemas de montaje de Stellantis Vigo, con los nuevos modelos de furgonetas y el SUV Peugeot 2008. MARTA G. BREA

La de Stellantis en Vigo es la única factoría de automóviles en España que carece de un suministro de muy alta tensión. Está enganchada a una red de 132 kilovoltios (kv), una potencia cada vez más limitada teniendo en cuenta la progresiva electrificación de los modelos y la automatización de procesos dentro de la factoría. Este fue el motivo por el que, ya en 2015 –cuando el veto total a los motores de combustión era más un cántico de agoreros, y el uso de buena parte de los automatismos estaba en desarrollo–, el Gobierno central entendió que la fábrica necesitaba de mucha más capacidad. Así que, en la Planificación de la red de transporte de electricidad 2015-2020, de Red Eléctrica Española (REE), programó explícitamente la construcción de una subestación que la nutriría de una potencia de 220 kv. Nunca se produjo esa inversión, cifrada entonces en 66,8 millones de euros, pese a los cientos de microcortes y huecos de tensión que ha sufrido desde entonces y que han costado la pérdida de otros tantos turismos y furgonetas. Ni los argumentos de la compañía, los estudios técnicos presentados –como el del Grupo de Electrotecnia y Redes Eléctricas del departamento de Ingeniería Eléctrica de la UVigo– o la petición del Senado han hecho cambiar de opinión a la ministra Teresa Ribera. Stellantis Vigo seguirá siendo la única planta de coches del país sin poder acceder a una red de muy alta tensión.

El 6 de julio, la Comisión de Industria, Comercio y Turismo de la Cámara Alta aprobó una moción del popular vigués Javier Guerra en la que se instaba al Ejecutivo a modificar la nueva planificación de Red Eléctrica (vigente para el periodo 2021-2026) e incluir una subestación para Vigo. La iniciativa contó con el respaldo de todos los grupos con representación (PNV, Ciudadanos, Grupo Democrático y Grupo de Izquierdas) y recibió la abstención de los socialistas y ERC. Aun así, el Gobierno ha remitido al Senado, a través de una respuesta a la que ha tenido acceso FARO, exactamente los mismos argumentos que esgrimió en el mes de mayo. “Respecto a la justificación argumentada para solicitar una conexión a 220 kV relativa a una supuesta calidad de suministro deficiente en 132 kV debido a numerosos huecos de tensión, se carece de evidencias de que la calidad en el punto de conexión de 132 kV sea particularmente deficiente”, dice textualmente el documento, firmado el 24 de agosto. De modo que pone incluso en duda la propia existencia de unos microcortes de tensión –son pequeños apagones– que han provocado pérdidas de producción de un centenar de coches en solo una jornada. En definitiva, concluye, “no se ha identificado la necesidad de desarrollo de la red de transporte mediante la nueva subestación en el entorno de la fábrica de Stellantis en Vigo, por no estar la propuesta recibida suficientemente justificada”.

Tal y como apuntaron a este periódico ya en verano responsables de la factoría de Balaídos, esta situación “será limitante para los planes industriales” de las instalaciones. “Si hablaran con nosotros, se lo podríamos explicar”. En la ley de suministro eléctrico del año 2000, vigente a día de hoy pese a la metamorfosis en el tejido industrial español, tan solo se fija la posibilidad de que los consumidores de energía puedan sufrir un número máximo de cortes de suministro superiores a tres minutos, que para el caso de Stellantis –por su ubicación, urbana, y la potencia de 132 kV– no podrían superar los ocho al año. El problema es que la factoría sufre huecos de tensión y microcortes de milisegundos, que no aparecen definidos en el decreto. “Un microcorte, con una duración de milisegundos, que hoy paraliza nuestras instalaciones causando graves pérdidas de producción, no se considera en esta norma”, abundaron en Stellantis. La factoría urge una “fiabilidad en el suministro” que, actualmente, no tiene.

Los argumentos

  • Sobre los cortes y huecos de tensión

    “La justificación argumentada para solicitar una conexión a 220 kV relativa a una supuesta calidad de suministro deficiente en 132 kV debido a numerosos huecos de tensión, se carece de evidencias de que la calidad en el punto de conexión de 132 kV sea particularmente deficiente o que incumpla los criterios de calidad y seguridad de suministro establecidos en la normativa”.

  • Sobre la petición de Stellantis

    “No se ha identificado la necesidad de desarrollo de la red de transporte mediante la nueva subestación Nuevo Vigo 220 kV en el entorno de la fábrica de Stellantis en Vigo”.

El dato

  • 66,8 millones

    El coste proyectado para la subestación, que sí figuraba en los planes de Red Eléctrica para el periodo 2015-2020.

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