El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Industria

La inversión de Arcelor está parada en Bruselas desde hace un año

El grupo espera desde hace un año a que Bruselas autorice unas ayudas vitales para acometer la inversión de 1.000 millones en Asturias

El presidente español, Pedro Sánchez, a la izquierda, y el presidente ejecutivo de ArcelorMittal, Lakshmi Mittal. Irma Collin

La compañía siderúrgica ArcelorMittal afronta un calendario cada vez más apurado para llegar a tiempo con el plan de descarbonización para Asturias pactado con el Gobierno de España por un monto de 1.000 millones de euros. Cuanto más se demore la Comisión Europea en dar autorización a las ayudas públicas (500 millones, según la solicitud cursada en julio de 2021), menor será el margen para disponer de las nuevas instalaciones a tiempo para cuando en septiembre de 2024 finalice la vida útil del horno alto A, actualmente parado por la baja demanda de acero. En la penúltima reunión negociadora del plan de competitividad de la división de productos largos, la empresa sostuvo que la nueva acería eléctrica de Gijón, que relevará al horno A, debería entrar en actividad no más tarde de enero de 2025 porque cualquier demora adicional implicará no poder atender pedidos y, en consecuencia, el riesgo de pérdida de clientes, que podrían buscar otros suministradores.

El pacto sobre el plan de la división de largos para eliminar las pérdidas de esta área de negocio es una de las condiciones que exige la compañía para elevar este mes el proyecto transformador de la siderurgia integral de Asturias al comité de inversiones de la multinacional, que se reúne en Luxemburgo.

Su eventual aprobación quedaría en todo caso supeditada a la autorización comunitaria de las ayudas públicas pactadas por la multinacional con el Gobierno de España. El consejero delegado de ArcelorMittal en Europa, Geert Van Poelvoorde, se quejó en septiembre de que "los documentos" de ayudas públicas de España, Alemania y Francia a las nuevas inversiones de la multinacional en esos países para descarbonizar el proceso mediante acerías eléctricas y plantas de reducción directa de mineral de hierro con hidrógeno (DRI) "fueron enviados a la Comisión Europea el año pasado y todavía no hay luz verde". Este domingo, el consejero asturiano de Industria, Enrique Fernández, urgió a la Comisión Europea a actuar con celeridad al no haber avances.

Arcelor se ha acogido a las directrices sobre ayudas estatales en materia de clima, protección del medio ambiente y energía (CEEAG). Los incentivos regionales prevén ayudas públicas máximas del 15% en las regiones desarrolladas, pero algunos programas de ayudas permiten excepcionalmente superar ese límite hasta el 30%. El CEEAG autoriza hasta un máximo del 100% de lo que denomina "el déficit de financiación" del proyecto, que es la diferencia entre el coste de una tecnología novedosa que aporta ventajas ambientales y de eficiencia sobre otra más madura y más contaminante, sobre todo si hay licitación pública y concurrencia competitiva. De no ser así, el estado miembro debe acreditar que esa ayuda no distorsionará ni restringirá la competencia.

Esto no exime de un severo escrutinio de cada proyecto por la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea. "En general, tarda meses en resolver. Hay audiencias a las partes (otros Estados y otras empresas), informes y contrainformes, se hacen estudios de si distorsiona la competencia (sobre todo si es un operador principal, como lo es Arcelor en Europa) y además se suele dirimir una guerra de ‘lobbies’ a favor y en contra porque hay intereses contrapuestos", señaló Fernando Méndez-Navia, director general de la consultora asturiana Dex. "Esto fue la causa, por ejemplo, de la ralentización de los PERTE", precisó Méndez-Navia.

La cuestión es crucial. De no autorizarse las ayudas, el plan de descarbonización correría un severo riesgo y, sin descarbonización, la siderurgia asturiana no tendrá futuro, dado el exigente calendario de supresión de derechos de emisión gratuitos que ultima la Unión Europea.

El tren de carril de Gijón logra contratos con Adif de 163 millones

Pablo Castaño

ArcelorMittal ha conseguido seis contratos de suministro de carril de acero laminado con Adif y Adif Alta Velocidad valorados en 163 millones de euros. El cierre de estos pedidos incrementa la carga de trabajo en el tren de carril de la factoría siderúrgica de Gijón, en el que ArcelorMittal pretende realizar ajustes de personal para incrementar su productividad dentro del plan de eficiencia en productos largos.

Fuentes de Adif señalaron ayer que los carriles que fabricará ArcelorMittal permitirán impulsar actuaciones de construcción y renovación de líneas ferroviarias, entre ellas las del Corredor Mediterráneo y distintos planes de Cercanías, incluido el de Asturias. Se trata de seis contratos que supondrán el aporte de unas 81.200 toneladas de carril.

Los suministros se emplearán en implantar el ancho estándar en varios tramos del Corredor Mediterráneo a su paso por Cataluña y Valencia, en actuaciones de los planes de Cercanías de Asturias (en concreto la mejora de la línea Colloto-Infiesto), Valencia, Santander y Transformem Rodalies, y en renovar varias líneas de ferrocarril convencional como Zafra-Huelva, Huesca-Canfranc, Ciudad Real-Badajoz o Arahal-Marchena (Sevilla). También se destinarán los carriles fabricados por ArcelorMittal al montaje de las vías de la nueva estación de La Sagrera de Barcelona y al baipás de Mérida de la alta velocidad a Extremadura.


Compartir el artículo

stats