Enel formaliza su relación con Barcelona. O como poco, con su tejido emprendedor. El grupo energético dueño de Endesa ha inaugurado este viernes su nuevo centro de innovación en la ciudad, un espacio ubicado dentro de la sede catalana de Endesa en el que pretende concentrar su relación física con las empresas tecnológicas con las que colabore. La compañía tiene un entorno así en Madrid desde hace unos cinco años, un centro que en realidad ya estaba pensado para que acudieran empresas de cualquier punto de España, pero, según los responsables de la compañía, el potencial de la marca Barcelona, así como su red de universidades, inversores y emprendedores, les ha convencido de abrir otro núcleo así aquí.

De hecho, se trata del décimo ‘hub’ de innovación de este estilo que el grupo italiano pone en marcha en todo el mundo. En este caso lo abren de la mano del Ayuntamiento de Barcelona y de la iniciativa Barcelona Innovation Coast (BIC), pero el planteamiento será el mismo que en el resto: ayudar a empresas emergentes que tengan propuestas para acelerar la transición hacia las energías renovables o para resolver retos que planteen desde Enel a desarrollar sus tecnologías y crecer. Lo hacen, sobre todo, cediéndoles espacio para trabajar, abriéndoles puertas, presentándoles a potenciales inversores o, en última instancia, convirtiéndose en sus clientes.

“No invertimos en las ‘startups’”, aclara el máximo responsable de innovación de EnelErnesto Ciorra. “Vemos mucho más sentido a cerrar acuerdos comerciales con ellas que a convertirnos en uno de sus accionistas”, razona el mismo directivo.

¿El beneficio para Enel? Tener a disposición soluciones tecnológicas que les ayuden en su negocio. “Buscamos a las ‘startups’ porque queremos aprovechar sus conocimientos y sus ganas de cambiar el mundo: nosotros también tenemos ganas de hacerlo y creemos que la mejor forma es la innovación”, resuelve Ciorra.

El grupo dispone de un presupuesto anual de 150 millones de euros aproximadamente para innovar, y la política de la compañía es hacerlo siempre a través de acuerdos con terceros. En total, llevan desarrollados así unos 550 proyectos y unas 125 empresas se han acabado convirtiendo en sus proveedoras.

Casos prácticos

El ejemplo estrella es Wallbox, que fue una de las 'startups' que inauguró el centro de Madrid y de la que son clientes y orgullosos impulsores de su crecimiento. Y no es la única: según repasa el mismo responsable de innovación, Enel ya utiliza agua o arena para alimentar sistemas que de otro modo necesitarían gas, y lo hace gracias a ‘startups’ que se han alistado a sus retos de innovación o que han utilizado esta red de espacios.

La primera que se ha instalado en el de Barcelona es Predictive Company, un proyecto empresarial que nace formalmente en el programa The Collider de la Mobile World Capital y que ha desarrollado un ‘software’ para anticipar las necesidades energéticas de un edificio.

En cualquier caso, “no utilizamos este ‘hub’ para incrementar nuestra presencia en Barcelona, sino para poner a Barcelona en el centro de Europa", ha concluido Ciorra. "Aquí hay universidades interconectadasfondos de capital riesgo interconectados y mucho apoyo del Ayuntamiento y del Gobierno, es un magnífico ecosistema que tiene estar también interconectado”, ha agregado.