Mercado laboral

Las locomotoras europeas suben sus salarios mínimos casi como la inflación

Alemania y Reino Unido anuncian subidas equiparadas al IPC, mientras que Francia se queda ligeramente por debajo

Las actuales oficinas de Infor en Barcelona.

Las actuales oficinas de Infor en Barcelona. / Ricard Cugat

Redacción

El fantasma de la inflación recorre Europa desgastando el poder adquisitivo de los trabajadores. La crisis de precios aumenta el coste de la vida y los salarios mínimos se erigen como uno de los mecanismos disponibles desde lo público para blindar, en parte, las rentas de aquellos ciudadanos más vulnerables. Y la OCDE invitó esta semana pasada a las economías más avanzadas a apostar por ello y seguir incrementando sus salarios mínimos con especial intensidad en el actual contexto. 

Y las principales locomotoras del ‘Viejo Continente’ están en esa línea. Alemania y Reino Unido ya han anunciado subidas equiparadas al IPC, mientras que Francia se queda ligeramente por debajo pero se acerca e Italia, que carece de este suelo salarial, deja en manos de la negociación de sindicatos y patronales esta materia. Mientras en España el salario mínimo enfila esta semana sus horas decisivas. El Ministerio de Trabajo prevé presentar antes del viernes el informe de sus expertos sobre cuánto debe incrementarse el SMI el año que viene. Y antes del 31 de diciembre deberá pactar (o no) la cifra final con patronal o sindicatos. 

Subida pareja a la inflación

El salario mínimo en Alemania es de 12 euros a la hora desde el pasado 1 de octubre. Subió un euro y 45 céntimos en una de las decisiones políticas de las que el Gobierno del canciller socialdemócrata Olaf Sholz hace más bandera. Hay una serie de excepciones en las que ese salario mínimo no se aplica: los menores de 18 años sin un diploma de formación profesional, los becarios –independientemente de su edad–, los desempleados de larga duración o las personas que ejerzan actividades voluntarias con una pequeña remuneración.

El Gobierno prevé nuevos aumentos de este salario mínimo interprofesional a partir del 30 de junio del próximo año, según la evolución de la inflación, que actualmente está en torno a un 10% en Alemania. Mientras tanto, 12 euros a la hora debe ser el salario mínimo para aquellos sectores en los que no exista convenios colectivos. Los sectores laborales con mayor capacidad de negociación colectiva ya están negociando, no obstante, aumentos salariales muy por encima de esos 12 ante un aumento de los precios que está reduciendo ostensiblemente el poder adquisitivo de las clases asalariadas. Informa Andreu Jerez.

Sube más el mínimo que el resto de sueldos

El salario mínimo experimentó en Francia varias subidas en 2022. El pasado 1 de enero, aumentó un 0,9%, luego un 2,65% en mayo y otro 2% en agosto. En total, subió un 5,6% en comparación con su nivel a finales del año pasado. Es decir, un porcentaje ligeramente inferior al 7,1% de inflación registrada en noviembre en el país vecino, según datos de Eurostat. Actualmente, se sitúa en unos 1.678 euros brutos mensuales (unos 1.329 euros netos). 

Estas distintas subidas —algo excepcional en Francia en comparación con los años anteriores en que solo se había incrementado una vez el 1 de enero— se debieron a una ley de 2008, la cual establece que tiene que aumentarse el salario mínimo de manera automática cuando la inflación supera el 2%. Para el 1 de enero del 2023, está previsto que vuelva a incrementarse un 1,8%.

En cambio, el resto de los sueldos experimentó una mejora bastante más raquítica. A diferencia del salario mínimo, su evolución ya no depende de la inflación, sino de la voluntad de los empresarios y de las negociaciones internas. En las empresas, los sueldos subieron una media del 2,9%. Debido a este incremento claramente inferior a la inflación, la tensión social no dejó de crecer en las empresas. Y desde septiembre hubo acciones de protesta en un tercio de los grupos medianos o grandes, según un estudio elaborado a partir de entrevistas con 200 directores de recursos humanos. Informa Enric Bonet.

Subida dentro del pacto de rentas

El Gobierno de Portugal ha incluido la subida del salario mínimo dentro de su pacto de rentas, con el que espera frenar la crisis de precios. Uno de los principales objetivos del Ejecutivo luso es aumentar el peso de los salarios sobre el PIB, que en 2019 representaron un 45,3%. La meta fijada en el acuerdo para 2026 es tres puntos superior a la de ese año, hasta el 48,3%, gracias al aumento previsto de un 20% de la remuneración media del país -que en junio de este año se situó en los 1.059 euros- en los próximos cuatro años.

El primer paso para lograr este objetivo será la mejora del salario medio en un 5,1% ya en 2023 y el aumento del salario mínimo, que pasará de los 705 euros actuales (el 66,6% del salario medio) a los 760 euros el próximo año, hasta alcanzar los 900 euros en 2026. Por ahora ninguna de las grandes empresas lusas ha anunciado aumentos vinculados al pacto de rentas, aunque algunas como Mercadona Lidl sí subirán los salarios hasta un 11% el próximo año.

Pero por ahora no convence a la mayoría de los portugueses. Según una encuesta publicada por el 'Diário de Notícias' a principios de noviembre, dos de cada tres ciudadanos consideran insuficientes los aumentos del salario mínimo y de las remuneraciones medias previstas hasta 2026, tanto en el sector público como en el privado. Informa Lucas Font.

En manos de patronal y sindicatos

En la actualidad Italia no tiene salario mínimo, ni a nivel regional ni en todo el país. Pese a ello, sí existe un salario mínimo por convenio colectivo, cuya cuantía varía según el sector en el que está empleado cada trabajador. Por ejemplo, el del sector turístico es de 7,48 euros la hora, el del sector textil de 7,09 euros o el del los servicios sanitarios de 6,68 euros. 

Esto se debe a las presiones que han ejercitado en los años los sindicatos italianos, que en este país aún gozan de cierto poder, especialmente los que tienen un alto número de afiliados. Con ello, de acuerdo con el centro de estudios CNEL, casi todos los trabajadores (el 98%) están cubiertos por algún convenio colectivo en Italia. 

Aún así ha habido una serie de polémicas sobre el asunto pues los salarios mínimos italianos aún son bajos. De ahí que en los últimos años se hayan hecho diversas propuestas que, sin embargo, o no llegaron a ser aprobadas, o nunca llegaron a ser convertidas en leyes. Informa Irene Savio.

Subida también pareja a la inflación

En el Reino Unido la cuantía del salario mínimo depende de la edad de quien lo reciba. Para la mayoría, los mayores de 23 años, es actualmente de 11 euros (9,50 libras) a la hora, los que tienen entre 21-22 años cobran 10,65 euros, entre 18-20 años 7,92 euros, los menores de 18 años y los aprendices, 5,58 euros. 

El Gobierno decide cada año el salario mínimo siguiendo las recomendaciones de un grupo independiente, (The Low Pay Comimission) que tiene en cuenta la marcha de la economía, la inflación y el precio de necesidades básicas como el alojamiento o la alimentación. El actual Ejecutivo ha anunciado un incremento del 9,7% del salario mínimo a partir de abril del 2023, el mes en el que comienza el año fiscal. 

Lo percibido es lo mismo en todas las partes del país, pero más de 300.000 trabajadores se benefician del llamado ‘Real Living Wage’ (‘Salario Real para Vivir’) que es voluntario y está más acorde con la verdadera carestía de algunas zonas. Actualmente es Londres es de 13,87 euros a la hora y en los últimos dos años 11.000 compañías han aceptado voluntariamente este tipo de paga. Informa Begoña Arce.

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