El proyecto de Ferrovial prevé 34 molinos de eólica marina a 50 kilómetros de Vigo

El parque Celta II, que compite con el Volanteiro de Capital Energy, traza su conexión a Atios (O Porriño) sin subestación en el mar y reduce el impacto en la pesca a las obras

Polígono de eólica marina.

Polígono de eólica marina. / ØSTENSJØ REDERI

Julio Pérez | @JulitrosPerez

Ferrovial elige Galicia para estrenarse en eólica marina porque aquí el recurso “es relativamente elevado” y “constituye una de las zonas con mayor potencial”, como, efectivamente, refleja el borrador de los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM). El mapa provisional del Ministerio para la Transición Ecológica con las zonas aptas para la offshore flotante en España prevé cinco polígonos en la comunidad. En el denominado NOR-1, que tiene una superficie de casi 600 kilómetros cuadrados frente a la costa sur de la provincia de Pontevedra, el grupo presidido por Rafael del Pino quiere desplegar el parque Celta II. Su potencia asciende a 500 megavatios distribuidos en 34 aerogeneradores a unos 30 kilómetros de A Guarda, a 50 de Vigo y 40 de las Islas Cíes. La promotora recuerda que las energías renovables suponen el 65% de la producción eléctrica en Galicia, “valor que está muy cerca” del objetivo del 74% marcado por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030 en el conjunto del país, “reflejando que Galicia ha empezado su apuesta por las energías renovables hace años y que sus políticas de transición energética se alinean con los planes de transición”.

El proyecto salió a la luz hace semanas, cuando la web de evaluación ambiental del Estado publicó el documento inicial del Celta I en aguas de A Mariña de Lugo, impulsado también por Ferrovial. Ahora el departamento dirigido por Teresa Ribera revela los detalles de su gemelo, que, además de la riqueza del viento, quiere aprovechar la “cadena de suministro consolidada” del sector en Galicia, “pionera en el sector” y “región clave para afrontar los retos del futuro focalizados en el desarrollo de la energía eólica marina”. Son las mismas razones que están dando el resto de operadores con planes de eólica marina en la comunidad. Hay ocho parques presentados hasta el momento, incluido el Volanteiro de Capital Energy en un emplazamiento muy parecido al elegido por Ferrovial dentro del polígono NOR-1. En caso de que los POEM definitivos mantengan esa ubicación entre las posibles para la offshore y no se reduzca el espacio, ambas empresas competirán en la subasta de adjudicación de la zona.

El Celta II echa mano de “aerogeneradores de gran capacidad”. El documento inicial –que sirve de base para que Transición Ecológica dictamine cómo tiene que ser el estudio de impacto medioambiental– menciona expresamente los planes de Siemens Gamesa para lograr turbinas de 15 MW y el modelo de esa misma potencia unitaria comercializado por Vestas, “siendo por tanto esta la hipótesis adoptada” para el diseño, “dado que permite optimizar la distribución espacial, reduciendo al mínimo posible la superficie total ocupada por el parque eólico”. En concreto, Ferrovial estima una ocupación de 89,63 kilómetros cuadrados, tras descartar otra alternativa de implantación en la misma zona, aunque con una superficie de parque mayor (119,4 kilómetros cuadrados). La seleccionada, argumenta, “presenta una mejor ponderación” en las valoraciones, “especialmente vinculado a la disponibilidad del recurso y la composición del fondo, principalmente conformado por sustratos sedimentarios”.  

El rotor se levantará unos 125 metros desde la plataforma flotante (143 metros sobre el nivel del mar) y la altura total sumando el diámetro del rotor (las palas desplegadas) alcanzará los 261 metros. “Actualmente, Galicia cuenta con infraestructuras suficientes para abordar la construcción de los elementos que componen un parque eólico marino”, señala Ferrovial, que, a diferencia del documento inicial del Celta I, no hace ninguna referencia en este caso al músculo del astillero de Navantia en Fene para la fabricación de las plataformas.

Entre esos elementos no estará la habitual subestación eléctrica en el mar. Ferrovial se decanta por un cable directo, “lo que disminuye el impacto sobre el lecho marino”, de unos 25 metros hasta el entorno de A Guarda. De ahí seguiría otros 42 kilómetros de tramo terrestre para enchufarse en la subestación de Atios (O Porriño), una de las infraestructuras que Redeia prevé reforzar en la Planificación eléctrica 2021-26 para, precisamente, posibilitar el desarrollo de la eólica marina en Galicia. Así, según la compañía, también se evita “la afección a la zona de la ría de Vigo, donde el tráfico marítimo es muy denso”.

¿Y cuál podría ser el impacto para el resto de actividades? Ferrovial asegura que el parque eólico “no interfiere con la actividad pesquera” porque se ubica “fuera de los caladeros de pesca”. Sí admite “afección a la actividad” durante la fase de obras y para valorarlo apuesta por un estudio “en detalle” a partir “del análisis específico” de la pesca en la zona. Entre las medidas compensatorias incluye la posibilidad de “mantener corredores entre las turbinas para permitir el paso de barcos pesqueros” que entren o salgan, “en función de los riesgos derivados de la actividad y las condiciones meteorológicas”; y adaptar el diseño de las plataformas flotantes “para albergar instalaciones de acuicultura mediante jaulas” para “la coexistencia entre dos actividades perfectamente compatibles en un mismo espacio marino”. 

El Gobierno planea rebajar los cargos en la factura eléctrica otro 9% el próximo año

Los cargos incluidos en la factura de la luz de hogares y pymes bajarán un 9,21% más en enero, aunque cabe la posibilidad de que haya que habilitar algún tipo de compensación para el sistema eléctrico si en 2023 se prorroga la suspensión del impuesto a la generación. Esa es la propuesta planteada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el proyecto de orden que establece los precios de los cargos del sistema eléctrico de aplicación a partir del 1 de enero de 2023.

Junto a los peajes, los cargos son los costes fijos regulados de la factura de la luz, que se suman a lo pagado por la electricidad consumida, el alquiler de equipos y los impuestos. La rebaja se añade a las ya aplicadas durante 2022, que suponían una reducción de más del 50% con respecto a los cargos de 2021.

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