Galicia

El fiscal pide cárcel para dos empresarios de Vigo por la silicosis de cinco trabajadores

El jefe de una fábrica de encimeras y el gerente de la que le suministró el cuarzo de la marca Silestone irán a juicio en Vigo | Afrontan el pago de 790.000 euros en indemnizaciones

Foto de archivo de una manifestación en Vigo para exigir medidas contra la silicosis.

Foto de archivo de una manifestación en Vigo para exigir medidas contra la silicosis.

Marta Fontán | @martifontan

Tras una larga y compleja investigación judicial que se prolongó durante más de una década, dos empresarios se sentarán en el banquillo este próximo enero en Vigo por la silicosis adquirida por cinco trabajadores de una empresa dedicada a la preparación e instalación de encimeras. Los acusados son el responsable de esta fábrica, que se enfrenta a tres años de prisión y a idéntico período de inhabilitación para ejercer como administrador de empresas, y el gerente de la que le suministraba el aglomerado de cuarzo comercializado bajo la marca Silestone, que afronta dos años y nueve meses de cárcel e igualmente inhabilitación. La Fiscalía los considera responsables de un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso con otros cinco delitos de lesiones graves por imprudencia grave. Los trabajadores afectados fueron diagnosticados entre 2009 y 2011 tras años de exposición e inhalación del polvo de sílice que causa esta enfermedad profesional y a varios de ellos se les reconoció la incapacidad laboral permanente. La acusación pública solicita que sean indemnizados con cuantías que suman en total casi 800.000 euros. En uno de los casos los beneficiarios serían los herederos de uno de los operarios, ya fallecido sin que “conste” que fuese a causa de esta dolencia.

El juicio se celebrará en el Juzgado de lo Penal 2 de Vigo. La Fiscalía, en su extenso escrito, relata que la empresa en la que trabajaban los afectados se dedicaba a la fabricación de encimeras de granito, mármol y sobre todo de aglomerado de cuarzo, materia prima que se usaba “en más del 90%” de los casos y para la que utilizaba “prácticamente en exclusiva” la marca Silestone, cuyos tableros fabricaba y suministraba la otra sociedad implicada en este procedimiento.

El fiscal explica que los aglomerados de cuarzo de este tipo tienen un contenido de sílice “de aproximadamente un 95%” –frente al 20% del granito o el 3% del mármol–, “generando la manipulación, corte y pulido de esta sustancia un polvo con un elevadísimo porcentaje de sílice libre cristalina”. La inhalación prolongada afecta a los alveolos pulmonares y provoca la silicosis, “un tipo de ‘neumoconiosis’ caracterizada por producir una fibrosis pulmonar difusa irreversiblemente progresiva, que tiene la consideración de enfermedad profesional”.

"Peligroso para la salud"

Tras razonar que trabajar con el cuarzo comercializado como Silestone “es mucho más peligroso para la salud” que hacerlo con otras rocas naturales, lo que obligaría por ello a “ampliar y extremar” las medidas de seguridad, la acusación afirma que cinco trabajadores de esta empresa –la mayoría llevaban más de diez años y uno de ellos, que era socio, 20 años– contrajeron la dolencia. Y ello pese a que, una década antes de los primeros diagnósticos, una mutua que realizó una evaluación de riesgos laborales en la empresa había hecho mediciones que arrojaban que la concentración de polvo con contenido de sílice libre en los puestos de trabajo era muy superior a la permitida, recomendando medidas correctoras como sistemas de humidificación –así como ventilación natural o extractores–, así como la obligatoriedad de realizar trimestralmente nuevas mediciones.

La Fiscalía afirma que la empresa ni “adoptó las medidas” ni hizo dichas mediciones higiénicas ambientales, continuando así “hasta que se lo impuso la Inspección de Trabajo en 2010”, una vez ya se habían detectado los primeros casos de silicosis. Pese a la prolongada exposición que tenían operarios como pueden ser los cortadores, los pulidores o los instaladores al peligroso polvo, tampoco, se añade en el escrito, se facilitó a los trabajadores los reconocimientos médicos idóneos y, “actuando negligentemente”, el empresario tampoco se preocupó de averiguar la composición de la marca de cuarzo que usaban ni informó a los operarios de los “riesgos” del producto.

Mientras, el suministrador de Silestone acusado en esta misma causa, con una fábrica en Almería con trabajadores también afectados por silicosis, no facilitó presuntamente la información sobre el producto al otro acusado y, cuando se la dio en 2009, ni era la “adecuada” ni la “precisa”, lo que “contribuyó” a que se siguiesen produciendo casos hasta 2010.

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Los diagnósticos, entre 2009 y 2011

Los cinco trabajadores –dos de ellos eran socios de la empresa– fueron diagnosticados de silicosis pulmonar entre los años 2009 y 2011.

Valores superiores a los permitidos

La Fiscalía afirma que ya en 1999 una medición de concentración de polvo con sílice libre avisó del peligro: los valores eran de 3,1 y 3,2 mg/m3, cuando el límite permitido es de 1,344.

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