Crisis energética

España intensifica los envíos de gas a Marruecos en pleno choque con Argelia

El Gobierno de Sánchez reabrió hace seis meses el gasoducto de Tarifa para mandar gas a Rabat y ahora las exportaciones empiezan a dispararse

El gasoducto Magreb-Europa.

El gasoducto Magreb-Europa.

David Page

España reabrió el pasado junio el gasoducto Magreb-Europa, que Argelia había decidido unilateralmente cerrar unos meses antes. Pero la reactivación del tubo a través del Estrecho de Gibraltar ahora no está sirviendo para que llegue gas a España como siempre había sucedido, sino que se revirtió el sentido del flujo de suministro para mandar gas de España a Marruecos. Y en los últimos meses estos envíos se están disparando.

Cuando se reabrió el gasoducto, las cantidades transportadas al país africano eran muy reducidas, pero en los dos últimos meses las exportaciones se han intensificado con fuerza. Frente a los volúmenes casi testimoniales de junio (60 gigavatios hora, GWh), julio (172 GWh) y septiembre (123 GWh), en octubre los envíos empezaron a multiplicarse (328 GWh) para dispararse en noviembre (553 GWh) y diciembre (527 GWh).

En los seis meses en que el gasoducto ha estado en funcionamiento en sentido inverso al tradicional, España ha enviado a Marruecos un total 1.882 GWh de gas, y sólo en los dos últimos meses se concentra casi el 60% del total de ese suministro acumulado, según los registros de Enagás -el operador del sistema gasista español y que gestiona la red troncal de gasoductos- y de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

En sentido estricto, España no está vendiendo gas a Marruecos. El papel de España se limita a recibir en sus plantas de regasificación los barcos con el gas que compra Rabat a cualquier país proveedor y lo envía a través del gasoducto de Tarifa (Cádiz) hasta el país alauí.

Madrid echa así un capote a Marruecos en plena crisis energética mientras trata de intensificar y reconducir sus buenas relaciones bilaterales. Unas relaciones que ambos países pretenden relanzar con una cumbre bilateral entre ambos países que se celebrará en febrero en Rabat y a la que acudirán el presidente Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI.

Tensión con Argel

Pero el guiño a Marruecos tensa aún más el choque diplomático entre España y Argelia tras el giro del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, respaldando el plan autonomista marroquí para la antigua colonia española. El Gobierno argelino bloqueado las relaciones comerciales con España y ha amenazado con romper contratos de suministro de gas firmados con empresas españolas si detecta que parte de ese gas acaba siendo revendido a Marruecos, con el que ha roto relaciones diplomáticas también a cuenta del Sáhara.

El Ejecutivo español niega por completo que el gas argelino pueda ser redireccionado a Marruecos y ha activado un plan especial para evitar tal posibilidad. “Con total transparencia, Marruecos podrá adquirir gas natural licuado [el que se transporta por barco] en los mercados internacionales, desembarcarlo en alguna planta de regasificación peninsular y utilizar el gasoducto del Magreb para que llegue a su territorio. En ningún caso el gas adquirido por Marruecos tendrá procedencia argelina”, se ha insistido en los últimos meses desde el Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta Teresa Ribera.

En plena crisis energética y en medio de la espiral de alzas de los precios, Argelia decidió cerrar en octubre de 2021 el mayor de los gasoductos con el que suministraba gas a España. La clausura del tubo submarino del Estrecho ha obligado a España a disparar el peso de las compras de gas que llegan por barco y ha acabado por provocar un vuelco histórico el ranking de países proveedores. Tras cinco décadas de liderazgo permanente de Argelia, Estados Unidos se ha convertido en el mayor vendedor de gas a España.

Argelia echó el cierre el 31 de octubre al gasoducto Magreb-Europa, que conecta con España a través de Marruecos, como consecuencia del choque diplomático entre Argel y Rabat a cuenta del Sáhara Occidental. Tras 25 años en funcionamiento, el tubo quedó clausurado y no hay perspectivas reales de que se reactive a corto o medio plazo. Argelia garantizó al Gobierno español el suministro contemplado en todos los contratos con energéticas españolas (especialmente Naturgy, el mayor comprador).

Pero las relaciones bilaterales se han enturbiado aún más tras el giro del Gobierno de Pedro Sánchez en torno al Sáhara Occidental, respaldando el plan autonomista de Marruecos para la antigua colonia española en detrimento de la autodeterminación que respalda el movimiento saharaui y también Argelia.