Automoción

Velca elige Vigo: montará hasta 2.400 motos eléctricas al año y creará cuarenta empleos

El fabricante líder en el sector apuesta por Porto do Molle a falta de confirmar la entrada de Vigo Activo y XesGalicia en su plan de 4 millones | Tiene ya proveedoras en Galicia

Un hombre se desplaza en una moto eléctrica.

Un hombre se desplaza en una moto eléctrica.

Adrián Amoedo

Vigo vuelve a sumar una empresa relacionada con el sector de la automoción. En este caso, muy vinculada a la nueva movilidad electrificada. La firma madrileña Velca, fundada por el gallego Emilio Froján (de Caldas de Reis), ha elegido el área de influencia de la ciudad olívica para instalar su primera planta de ensamblaje de ciclomotores cero emisiones. Finalmente, la joven empresa (fundada poco antes de la pandemia) se ha decantado por una de las naves de Porto do Molle, donde calcula que podrá montar hasta 2.400 de sus motos al año y donde prevé generar 40 empleos en sus tres primeros años de vida. De esta forma Velca completará su plan, acelerado desde que el pasado diciembre aprobó en junta general de accionistas la ampliación de capital por valor de 4 millones de euros para esta iniciativa. Aunque la mayoría corresponde a capital privado, está previsto que se incorporen también las sociedades públicas de inversión Vigo Activo (Zona Franca de Vigo) y Xesgalicia (Xunta), ambas pendientes de recibir el visto bueno final, “imprescindible” según la marca.

Según ha podido saber Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, la propuesta final ideada por Velca está pensada para un centro de producción que se instalará en una de las naves en alquiler de Porto do Molle, que colman las pretensiones de la firma en cuanto a tamaño al estar disponibles desde los 550 hasta los casi 1.000 metros cuadrados. En ellas, la empresa prevé establecer una “configuración industrial sencilla y ágil”, con estaciones y subestaciones para hacerla “altamente modular” y “escalable”, abriendo así la posibilidad de aumentar la producción si fuese necesario.

Para ello, Velca contempla un proyecto dividido en tres fases, que comenzarán con la homologación y las certificaciones necesarias para producir el modelo Calima, una motocicleta con una autonomía de hasta 70 kilómetros y capaz de alcanzar los 80 kilómetros por hora. En una fase posterior se hará lo propio con los otros dos modelos que comercializa, la Tramontana (motocileta o ciclomotor) y la Bora (ciclomotor).

Durante estas dos fases, desarrolladas hasta 2026, la intención es que la producción pase de 1.200 unidades al año hasta un total de 2.400, incorporando cada vez más proveedores locales y para lo que será necesaria la contratación de personal, pudiendo llegar incluso a los 70 trabajadores en cinco años.

Ya en la tercera fase, la idea de Velca es la de desarrollar su propia plataforma, una ingeniería de producto para facturar sus motos y ciclomotores que diseñaría de la mano de una de sus proveedoras, la valenciana Itera Mobility Engineering.

Entre los planes de la firma también es importante esa premisa de ir captando proveedores locales entre la nutrida red asentada en Galicia. Hasta el momento, Velca ya cuenta con al menos una quincena. De ellas, nueve son españolas, siendo cuatro de ellas de la comunidad gallega: Carrocería Tambre, que se encarga del chasis; Gonplac, que realiza los vinilos e insignias de cada moto; Certifyx, especializada en homologaciones y certificaciones, y el despacho On Tax & Legal, encargado de los servicios jurídicos. A mayores, la consultora gallega OPF (Objetivos y Proyectos de Futuro) participó en la tramitación y planificación con los requerimientos necesarios para llevar a cabo el proyecto.

El resto de las empresas que participan con sus productos en las motos Velca son las chinas Chaoya y QS Motor, la coreana LG (para las baterías), la portuguesa Jar Moldes, la francesa Michelin y las españolas Komobi, Hispanox y J. Juan. En cuanto a la logística internacional y temas de aduanas, la empresa cuenta con los servicios de DCS Group.

Ecosistema de automoción

De esta forma, Velca pasará a formar parte del ecosistema de la automoción gallega y, en concreto, de Vigo y su área, que además sumará un segundo productor de motos eléctricas junto a la local VMS Automotive, una 'spinout' de la proveedora Grupo Marsan cuya base de operaciones se encuentra en el polígono de Valladares.

Además, es la segunda empresa del sector que desembarca en el área desde noviembre de 2020, cuando llegó la francesa Dangel para transformar las furgonetas de Stellantis Vigo en vehículos 4x4 en una de las naves de Zona Franca en Bouzas. A su vez, esta firma había sido la primera del sector que llegaba a la ciudad desde 2012.

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