Descarbonización

La Comisión Europea da el visto bueno preliminar a las ayudas a Arcelor para sus instalaciones en Asturias

El presidente del Principado , Adrián barbón, presenta en Madrid sus propósitos para que la próxima década sea "la del cambio de Asturias basado en la ciencia y la innovación"

Horno alto de Arcelor en la factoría de Veriña, concejo de Gijón.

Horno alto de Arcelor en la factoría de Veriña, concejo de Gijón. / Archivo

Marcos Palicio - Javier Cuartas

La Comisión Europea ha comunicado al Gobierno “que la fase de prenotificación” del proyecto de descarbonización de Arcelor “se ha cerrado de forma favorable. Así que vamos por buen camino y se inicia la última fase de notificación”. Citando como fuente a la ministra de Industria, Reyes Maroto, el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha introducido esta “excelente noticia” en una exposición en la que participó este lunes. Barbón era el ponente invitado en un acto al que asistieron Maroto y otros cuatro ministros socialistas del Gobierno, incluidas las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera, y en el que el jefe del Ejecutivo asturiano celebró las últimas noticias sobre el apoyo europeo a los planes de futuro del gigante siderúrgico y quiso agradecer al Gobierno su "lucha" en favor “del PERTE de descarbonización de la industria, una de las medidas más importantes para la industria del futuro, así como el nombramiento de un asturiano (Luis Ángel Colunga) para coordinarlo”.

Hace diez días, el expediente de investigación por parte de la Dirección General de Competencias de las comunidades europeas fue cerrado favorablemente y se dio traslado a la Comisión, a quien compete la resolución final. Cuando se produzca, la concesión de ayudas debe ser objeto de aprobación por el Consejo de Ministros de España mediante un decreto.

El consentimiento comunitario es preceptivo dado que las subvenciones solicitadas por ArcelorMittal para sus plantas de Asturias rebasan el nivel de ayudas de Estado admitidas generalmente y deben ser escrutadas para determinar si vulneran o no las reglas de la libertad de mercado y la libre competencia. Tras el pronunciamiento favorable de las autoridades de Competencia, se daba por hecho que el proceso estaba ya encarrillado para una resolución favorable.

ArcelorMittal y el Gobierno pactaron en julio de 2021 una ayuda de Estado de 500 millones para una inversión prevista de 1.000 millones por parte de la multinacional para su factoría de Gijón consistente en la sustitución del horno alto "A" por un horno de reducción directa de mineral de hierro (DRI) –una nueva tecnología no emisora de CO2 porque suprime el consumo de carbón e incorpora como fuente energética el hidrógeno verde– y la remodelación de la actual acería de Gijón para convertirla en un horno eléctrico híbrido.

Las ayudas ahora solicitadas suman 450 millones y se destinarían íntegramente al horno DRI. ArcelorMittal ya ha logrado otras ayudas menores y tramita otra a través de otros programas para el horno eléctrico. El conjunto del plan inversor podría rondar los 1.400 o 1.500 millones y se estima que las ayudas públicas superarán los 500 millones.

La ministra de Industria y el consejero delegado de ArcelorMittal, Aditya Mittal, suscribieron un segundo compromiso en Davos en 2022 que prevé un nuevo horno eléctrico híbrido en la factoría de Avilés.

Un repaso a la actualidad

El presidente asturiano dedicó el cuerpo principal de su intervención, ante una nutrida representación de la parte socialista del Ejecutivo de coalición y con más de medio Consejo de Gobierno del Principado en la sala, a trazar su idea sobre lo que plantea para la Asturias del largo plazo, de aquí a un decenio. Reivindicó a la región como un “refugio político” además de “climático”, a salvo de temperaturas extremas y de “la política tóxica y estéril”, como “una comunidad donde se practica la política útil, la que teje consensos y en la que todos los mimbres son buenos si nos sirven para construir un futuro común” y diseccionó sus proyectos para la década que viene en siete puntos que hizo desembocar en una “llave” del futuro. “Si tengo que elegir una llave del futuro, esa será la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico. La próxima década será la del cambio de Asturias basado en la ciencia y la innovación. La auténtica palanca del cambio”.

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