ENERGÍA DEL FUTURO

La compañía que quiere dominar desde Burgos la gran revolución del hidrógeno verde

El grupo Hiperbaric se lanza a liderar en Europa la fabricación de equipos tecnológicos de compresión imprescindibles para los usos del nuevo gas renovable

Sede central del grupo Hiperbaric en Burgos.

Sede central del grupo Hiperbaric en Burgos. / HIPERBARIC

David Page

A las afueras de Burgos, en uno de los polígonos industriales aledaños a la ciudad, tiene la sede el líder mundial en un nicho muy específico de la tecnología industrial. Se trata del mayor grupo global en el diseño de equipos de altas presiones para el procesamiento de alimentos y bebidas. Un cuarto de siglo después de su nacimiento, el grupo Hiperbaric tiene una cuota de mercado mundial del 60% en este particular negocio de tecnología industrial de precisión.

Más de la mitad de los más de 600 de equipos de compresión con alta presión que utilizan ya compañías del sector alimentario en los cinco continentes han sido fabricados en Burgos. Una historia de éxito que la compañía, comandada por su consejero delegado y fundador Andrés Hernando, quiere ahora replicar entrando de lleno en la revolución del hidrógeno renovable que está en ciernes en todo el mundo como nueva apuesta para la descarbonización de la industria global.

Hiperbaric busca repetir su estrategia de especialización para desembarcar en el hidrógeno y hacerlo fabricando equipamientos imprescindibles para desarrollar la cadena de la economía del nuevo gas verde. El grupo se ha volcado en el diseño y fabricación de equipos de altísima presión (más de 1.000 bares) para comprimir el hidrógeno y que serán necesarios para el almacenamiento y el transporte del gas y para su posterior utilización para la recarga de vehículos, por ejemplo.

Y lo hace con la vocación de volver a ser un actor dominante a escala internacional en este nicho de la industria. “Nuestro objetivo estratégico para 2027 es convertirnos en líderes europeos en la tecnología de compresión de hidrógeno por alta presión”, ha explicado Hernando en un encuentro con prensa en Madrid. “Avanzamos e investigamos en la fabricación de compresores de hidrógeno verde proveniente de energías renovables para alcanzar también la posición de liderazgo mundial porque entendemos que el futuro pasa por este vector energético”.

La del hidrógeno verde está llamada a ser una de las próximas revoluciones energéticas en unos años, con el objetivo de sustituir el gas natural por un gas verde sin emisiones en los sectores económicos que tiene difícil la electrificación de sus procesos, como la gran industria o el transporte pesado. Grupos energéticos de todo el mundo preparan cientos de proyectos de plantas de producción de hidrógeno verde, que utiliza electricidad procedente de energías renovables para su generación.

Plan de expansión

Una revolución en la que España quiere convertirse en un gran 'hub' internacional de producción y exportación de hidrógeno verde, y en la que que las compañías y las Administraciones pretenden que el país aporte alto valor añadido con una industria y una tecnologías propias para apuntalar y asegurar su despliegue.

Hiperbaric ha diseñado un nuevo plan estratégico que promete un fuerte aumento en ventas y rentabilidad en los próximos años con el hidrógeno como nuevo pilar de su crecimiento. El grupo aspira a llegar a 2027 más que duplicando su facturación récord del año pasado, pasando de los ingreso de 63 millones de 2022 a facturar 158 millones dentro de un lustro. Y también aspira a más que doblar su resultado bruto de explotación (ebitda) en el periodo, desde los 21,1 millones del año pasado a casi 50 millones en 2027.

En los resultados récord del pasado ejercicio casi un 99% de los ingresos los aporta el negocio de equipos de alta presión para labores de procesamiento de alimentos y bebidas. Los planes de Hiperbaric pasan por que la fabricación y desarrollo de equipos de compresión de hidrógeno concentren en torno a un 40% de la facturación en 2027, con 60 millones sólo en esa rama de negocio.

El crecimiento ya está en marcha: el año pasado los ingresos por equipos ligados al proceso industrial del hidrógeno sólo aportaron 1 millón de euros a las cuentas, este año la compañía rozará los 7 millones. Sólo en España, la compañía burgalesa ya cuenta como clientes a Iberdrola, Enagás, Acciona, Coagener, Serveo o Clantech, y también el grupo Lhyffe en Francia o Framatome en Alemania.

“El objetivo es replicar en el negocio del hidrógeno el éxito que ya tenemos en alimentación. Apostaremos por la especialización en un mercado nicho, el de los equipos para comprimir, que es totalmente necesario para desarrollar toda la cadena de valor del hidrógeno”, sostiene el consejero delegado de Hiperbaric. “Estamos totalmente centrados en los equipos de alta presión, centrados en controlar la compresión en la cadena del hidrógeno. Nuestro negocio es comprimirlo, no producirlo”.

Cambio accionarial

La compañía presume de que abre una etapa de solidez financiera y de estabilidad accionarial tras los últimos cambios. Tras una refinanciación de la deuda hace apenas tres meses, el apalancamiento de la compañía se sitúa en menos de tres veces su ebitda (menos de 60 millones de euros), lo que, según la compañía, le permite afrontar las inversiones necesarias para su expansión sin problemas.

Además, el pasado diciembre se produjo una revolución en el reparto del capital del grupo. El equipo gestor comandado por Hernando tomó una participación mayoritaria del 55% en una operación que valoró en 267 millones de euros. En el accionariado se mantiene el fondo Alantra, pero reduciebdo su presencia desde 52% que tenía hasta entonces hasta el 10%; también entró como socio el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), del Ministerio de Ciencia e Innovación, con un 16%; y el 19% restante está en manos de la Fundación Caja de Burgos, los empresarios industriales Ginés Clemente y Gerardo Gutiérrez a través de sus family office y otros pequeños inversores privados vinculados a la compañía.

Fabricar todo en Burgos

Los planes del grupo pasan de momento por concentrar todos los esfuerzos en la tecnología necesaria para comprimir el hidrógeno para su almacenamiento y transporte por carretera, y también en la compresión para su utilización en hidrogeneras de recarga de vehículos. Pero no descarta dar el salto más adelante y empezar a producir equipos para las grandes redes de hidroductos que se proyectan, como el H2Med entre España, Francia y Portugal o los corredores internos en el mercado español.

“A nosotros nos interesa que el hidrógeno se traslade en camión porque la presión necesaria para comprimirlo es muy alta. Para transportarlo por tubo no es necesaria tanta presión, y nosotros somos competitivos en la alta presión”, indica Hernando. “No descartamos en el futuro desarrollar tecnología para su transporte por tubo. Aún no hay una decisión clara”.

La hoja de ruta de Hiperbaric contempla que para conseguir su objetivo de ser líder europeo en equipos de compresión para hidrógeno podrá seguir concentrando toda su producción en la factoría de Burgos. Pero la compañía está abierta en un futuro a abrir nuevas plantas, en solitario o con socios locales, en Estados Unidos o en Asia según vaya desarrollándose la expansión del hidrógeno renovable como vector energético y se vayan cumpliendo las expectativas existentes para el gas verde.