Crisis hídrica

España lanza un sistema de alertas por la sequía y teme un verano con la mitad de agua que la media histórica

El Gobierno pone en marcha un nuevo modelo de predicciones para tres, seis y doce meses de las aportaciones en todas las grandes cuencas hidrográficas. Para todo el año hidrológico se prevé una caída del 22%

Estado del pantano de Arguís, en Huesca, a principios de mayo.

Estado del pantano de Arguís, en Huesca, a principios de mayo. / EFE

David Page

La sequía que amenaza con provocar sacudidas en grandes sectores económicos, de la agricultura (por razones obvias) al energético (a través de la hidroeléctrica), y España busca tener información anticipada para poder planificar y tomar medidas para paliar el golpe. El Gobierno pone en marcha un nuevo modelo de predicciones sobre el agua que dispondrán las grandes cuencas hidrográficas en los próximos meses y activa una red de 80 puntos de control en ríos de todo el país (con la aspiración de aumentarlos progresivamente).

El Ministerio para la Transición Ecológica lanza un nuevo sistema para detectar situaciones de alerta en plena sequía, utilizando los datos combinados de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés) sobre lluvias y temperaturas de los últimos años y con proyecciones para los próximos meses. El Gobierno publicará cada mes los resultados del nuevo modelo de cálculo.

El objetivo es poder calcular de manera anticipada las aportaciones hídricas estimadas en cada una de las cuencas hidrográficas intercomunitarias (las que afectan a varias comunidades autónomas) y así facilitar la toma de decisiones sobre la gestión del agua anual en los sistemas hídricos y hacer posible la planificación de la campaña hidrológica a los usuarios finales, ya sea para el uso agrícola o urbano.

El Gobierno contempla previsiones para todo el año hidrológico (de octubre a septiembre) y también estimaciones para los próximos tres y seis meses. Las estimaciones de aportaciones son “en régimen natural”, esto es, calculadas como si en los ríos no hubiera infraestructuras como embalses o trasvases, pero que sirven para establecer un escenario teórico que permite anticipar decisiones frente a la sequía.

Un mal verano

El primer informe elaborado por el Ministerio alerta de que, con los datos disponibles hasta el momento, augura que las aportaciones de agua en el conjunto de grandes cuencas hidrográficas españolas serán un 54% inferiores a la media de toda la serie histórica durante los próximos tres meses, incluida gran parte del verano.

Los peores escenarios corresponden a las cuencas hidrográficas del Tajo, con un descenso del 72%, y a las del Guadiana y el Guadalquivir, ambas con caídas del 68% de las aportaciones hídricas frente a la media histórica. La cuenca del Cantábrico tendrá el mejor comportamiento relativo, con aportaciones un sólo un 38% inferiores. Y le siguen la cuenca del Miño-Sil y Segura (-45%); Ebro (-50%); y Duero y Júcar (-52%).

Caída del 22% en todo el año

Para los próximos seis meses la estimación es que las aportaciones hídricas caigan un 42% frente a la media de toda la serie histórica y que en el conjunto del actual año hidrológico (entre octubre de 2022 y septiembre de 2023) se registre un descenso del 22% en relación a la media histórica. En todo el año hidrológico el panorama cambia mucho entre las diferentes cuencas hidrográficas.

El peor pronóstico corresponde a la cuenca del Guadalquivir, con la previsión de que sufrirá un desplome del 62% de las aportaciones hídricas en relación a la media histórica durante el actual año hidrológico . Por el contrario, la cuenca del Miño-Sil dispondrá un 11% más de agua y la del Tajo prácticamente igualará el registro histórico (+1%).

El resto de cuencas sufren descensos de entre el 20% y el 40% durante este año. La cuenca del Guadiana registrará una caída de aportaciones del 18% y le siguen la del Cantábrico (-20%), la del Duero (-22%), la del Júcar (-36%), la del Ebro (-38%) y la del Segura (-39%), según las proyecciones que maneja el Gobierno.