ENERGÍA
Las nucleares pasan al ataque tras el apagón y acusan al Gobierno de hacerlas “no competitivas de manera artificial” con impuestos
La patronal de Iberdrola, Endesa y Naturgy alega que varias centrales pararon antes del apagón por el hundimiento del precio de la electricidad con el permiso explícito de la REE y niega las acusaciones de Sánchez de que fueron “más problema que solución”
El Ejecutivo rechaza bajar los impuestos y las tasas a las nucleares y las eléctricas avisan que con esa carga fiscal “es muy difícil” que las plantas sigan funcionando

Archivo - Central nuclear de Almaraz (Cáceres) / EUROPA PRESS - Archivo

Las eléctricas propietarias de las centrales nucleares, a través de la patronal Foro Nuclear que agrupa a Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP, pasan al ataque tras el apagón y salen al paso de las críticas del Gobierno por el hecho de que antes del colapso del sistema eléctrico la mitad de los reactores estuvieran parados voluntariamente porque no les resultaba rentable operar por el bajo precio del mercado de la electricidad y por la lentitud en volver a arrancar.
“Las centrales nucleares soportan una tributación gigantesca que les impide en ocasiones entrar en el mercado”, denuncia el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, que alega que el hundimiento de los precios de la electricidad, con muchas horas a cero euros o incluso precios negativos, obligaría a las plantas a “producir con pérdidas” por los “altísimos impuestos”. A según qué precios de mercado, “pagamos más impuestos que lo que facturamos” con la venta de la electricidad, denuncia. “Para no parar por motivos de mercado nos tienen que bajar los impuestos”, sentencia.
Foro Nuclear carga contra el Gobierno por “difundir que no somos competitivos” frente a las renovables que consiguen bajar el precios de la electricidad, y acusa a las Administraciones de hacer a las centrales “no competitivas de manera artificial” aplicando altos impuestos que no soportan otras tecnologías de producción de electricidad. Una carga que, según las empresas nucleares”, hace “muy difícil continuar” operando las centrales nucleares, en pleno debate con presiones crecientes para retrasar el calendario de cierre de todas las centrales, con clausuras previstas entre 2027 y 2035.
Las energéticas propietarias de las centrales nucleares llevan años quejándose de la enorme carga fiscal que asumen. Entre impuestos, tasas autonómicas y otras prestaciones abonadas para hacerse cargo de costes futuros de su actividad, la electricidad producida por las centrales nucleares paga más de 28 euros por megavatio hora (MWh). En total, más de 1.500 millones de euros cada año que, según se denuncia desde el sector eléctrico, hacen imposible la sostenibilidad y la rentabilidad futura de las centrales. Por eso reclaman que tanto el Gobierno central como las comunidades autónomas que aplican tasas específicas den garantías de que rebajarán los gravámenes.
Iberdrola, Endesa y Naturgy han defendido públicamente la necesidad de mantener más tiempo en funcionamiento todo el parque nuclear para garantizar la seguridad de suministro eléctrico en el país, frente al calendario de cierres escalonados programados entre 2027 y 2035. Las compañías eléctricas, no obstante, consideran como condición imprescindible para no tener cerrar las nucleares y pactar una revisión del calendario de clausuras una rebaja de los impuestos y las tasas que pagan las centrales para asegurar su rentabilidad.
El Gobierno dice ‘no’ a la rebaja
El Gobierno enfría la posibilidad de atender la exigencia de las eléctricas y en especial rechaza una rebaja de la tasa que las centrales nucleares pagan para financiar el coste de la gestión de sus residuos radiactivos y de su propio desmantelamiento. Transición Ecológica ha trasladado ya a las eléctricas que los costes de operación de las centrales y de la gestión de los residuos radiactivos van a seguir recayendo en las propias compañías y que en ningún caso lo asumirán los consumidores, según adelantó EL PERIÓDICO. Ahora el Gobierno va más allá para zanjar el debate y esquivar las presiones, y advierte a Iberdrola, Endesa y Naturgy de que bajar la denominada ‘tasa Enresa’ supondría una ayuda de estado ilegal prohibida por la Comisión Europea.
El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el año pasado una gran subida del 30% de la tasa que pagan las centrales nucleares para ajustarla a todos los costes previstos en el nuevo Plan General de Residuos Radicativos (PGRR) durante todo este siglo y que se calculan en unos 20.000 millones de euros. Unos costes que corresponderían por ley asumir a las propias eléctricas y que no derivárselos mediante la nueva tasa, según argumenta el Ejecutivo, supondría una ayuda de estado irregular.
“Las nucleares ya pagan todos los costes relacionados con la generación de residuos y con el desmantelamiento futuro de las centrales para que los ciudadanos no paguen nada. Consideramos que hay que aplicar la máxima de ‘quien contamina paga’. Lo pagamos ya y queremos hacerlo”, zanja Araluce. “Pero no estamos de acuerdo con la última subida, porque el Gobierno nos carga costes que no nos corresponden”.
La subida de la ‘tasa Enresa’ es consecuencia de que el nuevo Plan General de Residuos Radiactivos contempla una previsión de costes mucho mayor que la anterior versión (con unos 2.000 millones adicionales), debido a que se ha descartado la construcción de un solo almacén temporal de residuos centralizado en Villar de Cañas, en Cuenca, por falta de acuerdo entre las Administraciones. El nuevo plan contempla la construcción de siete almacenes temporales, uno en cada central nuclear.
Tras la última subida, la prestación patrimonial que abonan las centrales nucleares a Enresa ha subido hasta los 10,36 euros por megavatio hora (MWh) de electricidad producida por las plantas, por lo que los pagos anuales escalarán hasta el entorno de los 585 millones de euros al año (135 millones más que los abonos anuales que pagaban antes del incremento). Las grandes eléctricas han abierto una batalla legal en el Tribunal Supremo para tumbar la subida de la denominado ‘tasa Enresa’. “El coste adicional por que no haya apoyo social e institucional al proyecto de un solo almacén no nos lo pueden cargar. Veremos cuál es la resolución del Tribunal Supremo”.
Las nucleares han reclamado en los últimos años al Gobierno y a las CCAA un gran recorte de los impuestos específicos que gravan la actividad de sus reactores, e incluso piden directamente la eliminación de todos o de algunos de los tributos vigentes especiales para la producción con nucleares, tanto los estatales como los autonómicos. Las compañías eléctricas han venido reclamando una reforma integral del resto de la fiscalidad del sector, con una rebaja masiva de los impuestos específicos que pagan, en torno a 950 millones al año (a razón de 18 euros por MWh producido) tanto en impuestos estatales como otros creados por las comunidades autónomas. “Soportamos impuestos altísimos y redundantes. Queremos pagar la ‘tasa Enresa’, pero el resto de impuestos sí hay que bajarlos”, subraya Araluce
Paradas con permiso de REE
El apagón que paralizó España durante horas la pasada semana ha avivado aún más el debate sobre la continuidad de las centrales nucleares y el aplazamiento de las fechas previstas de cierre de todos sus reactores. Las presiones al Gobierno se han multiplicado en los últimos días argumentando que las nucleares dan robustez al sistema eléctrico y que pueden servir para evitar nuevos incidentes graves en el suministro.
En el momento del colapso del sistema eléctrico, no obstante, la mitad de los reactores estaban parados porque, según alegan las compañías propietarias, no les resultaba rentable operar por el bajo precio de la electricidad. Y aún siguen parados y los que están operando lo hacen al ralentí. “Quienes están vinculando este incidente a la falta de nucleares francamente o mienten o demuestran su ignorancia”, replicó con contundencia el presidente Pedro Sánchez apenas 24 horas después del apagón. "Los ciudadanos deben saber que durante esta crisis, las centrales nucleares, lejos de ser una solución, han sido un problema porque estaban apagadas y ha sido necesario desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables”, zanjó.
“Las centrales nucleares no fueron una rémora durante el apagón. Aportaron firmeza al sistema eléctrico, pero no fue suficiente”, apunta Araluce, que niega que mantener la estabilidad y la seguridad de las centrales obligara a desviar electricidad necesaria para ir reactivando el sistema eléctrico, porque todas tenían generadores diésel de emergencia con capacidad para funcionar durante días.
Foro Nuclear admite que algunas centrales nucleares estaban paradas o funcionaban con una rebaja de su carga por motivos de mercado antes del apagón, pero subrayando que todos los reactores solicitaron permiso a Red Eléctrica, el operador del sistema, para frenar su actividad y que éste dio la autorización explícita sin poner condiciones. “Red Eléctrica da permiso para parar o para bajar carga. Se pidió permiso a Red Eléctrica y no dijo nada, no aplicó restricciones”, subraya Araluce.
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