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Empresas

De montar fiestas a abrir el 'rastreator' de las funerarias

Marc Vallhonesta lanzó Funos después de que la pandemia le obligara a cerrar su plataforma para encontrar proveedores de celebraciones infantiles

Marc Valhonesta, fundador de Funos.

Roza lo profético que un empresario que jugaba de pequeño a montar negocios se haya estrenado en el mundo del emprendimiento fundando una empresa de entretenimiento infantil. Y también que al morir su empresa, por culpa de la pandemia, este mismo emprendedor haya centrado sus fuerzas en mejorar el sector fúnebre. Funos, como se llama su segundo proyecto, es un comparador de precios de funerarias que lleva en funcionamiento desde otoño y acumula en el último mes más de 50.000 visitas y una tasa de crecimiento del 30%. Marc Vallhonesta, su impulsor, ha cerrado varios acuerdos con firmas del sector para empezar a ganar dinero con la plataforma.

Detrás de este proyecto, lo que hay en realidad es mucha sed de emprendimiento y las mismas ganas de empoderar al cliente de un sector con mucha "asimetría informativa". "Las dos partes que tienen que cerrar el acuerdo están en desigualdad de información: una sabe mucho y la otra no tiene ni idea", expone Vallhonesta. Y todo eso, añade, "en un momento en que [el cliente] está muy 'tocado' y en que probablemente no pueda razonar del todo bien".

Lo que propone Funos es una plataforma que funciona igual que Rastreator con los seguros o Kayak y Skyscanner con las ofertas de vuelos. Se entra en el comparador y tras indicar una serie de preferencias (incineración, entierro, tanatorio, ceremonia…), aparecen ordenadas por precio todas las funerarias que dan el servicio. El planteamiento contiene también trazas de Partyo, la primera empresa que fundó este emprendedor. Y, de hecho, es precisamente a través de ella que dio con la idea que ha desembocado en Funos.

Estudiante de administración y dirección de empresas, trabajador de gran consultora y profesor de marketing en ESADE, Vallhonesta decidió, poco tiempo antes de cumplir los 40, que ya era hora de realizar su sueño y tener su propia empresa. Solo hizo falta un plan de acción y empezar a montar las fiestas de cumpleaños de sus hijos.

"Vi que si quería reservar un local de fiestas tenía que llamar a 15 sitios, que tenían unos horarios concretos y que hacían que estuviera dos semanas para organizar una fiesta", recuerda. Así que con algo de iniciativa, la ayuda de un programa de aceleración de start-ups y de un crédito ENISA, montó Partyo, que aguantó en pie lo que tardó en llegar el covid. "Hasta que se anunció el confinamiento, íbamos duplicando las reservas cada mes y en un solo día me cancelaron todo lo que tenía a futuro", rememora Vallhonesta, que elaboró otro plan de acción que contemplaba que en septiembre estuviera el mercado totalmente recuperado. No fue así. "No podía aguantar pagando gastos, alquileres y sueldos sin facturar ni un euro y con visión completamente incierta", lamenta. Hizo borrón y cuenta nueva, concurso de acreedores, y empezó a pensar en el siguiente paso.

Fue ahí que se acordó de un proyecto que se había presentado al mismo programa de aceleración que él y que sabía que había quedado en nada. Se trataba de un portal muy parecido al de Partyo, pero para las funerarias. "Pensé que un 'marketplace' era una solución muy avanzada para un sector tan arcaico", razona Vallhonesta. Lo que sí empezó fue una investigación sobre las funerarias, que acabó en su descubrimiento de la desinformación que imperaba en el mercado, y que fue la primera semilla de Funos.

"Tenía la sensación de que me metía en un sector difícil, que no me iba a abrir la puerta, pero también tenía muy claro que había una oportunidad, que tenía una solución para un problema que no estaba resuelto", justifica el emprendedor. Y de hecho, la empresa ha cerrado ya acuerdos con funerarias grandes y pequeñas, y la misión ahora es hacer rentable su negocio.

De momento, aparecer en Funos no cuesta nada a las funerarias, pero la idea es que cada vez que la plataforma les consiga un cliente paguen una comisión a la empresa. "He aprendido muchas cosas de Partyo", explica Vallhonesta. Por ejemplo, "que tenía que construir el volumen de usuarios desde el día cero, es decir, no ir a negociar con una funeraria sin tener nada", profundiza. Ahora, lleva en su mochila las 90.000 visitas que espera batir en febrero y algún que otro precedente: Porsche y Microsoft han invertido en proyectos similares en Alemania y en Inglaterra.

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