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Vuelos cancelados: cómo reclamar

La compensación puede ir de los 250 a los 600 euros en función de la distancia del viaje

Viajeros en los mostradores de EasyJet en el Prat.

Se han retomado las vacaciones después de las restricciones por la pandemia y los aeropuertos no han sido capaces de hacer frente a tal aumento de demanda. Las aerolíneas europeas arrastran los recortes de las plantillas del inicio de la crisis del covid y han cancelado el 2% de los vuelos en agosto, según un informe de Cirium. En España, previsiblemente, los tripulantes de Ryanair estarán en huelga hasta el 7 de enero y los de Iberia Express hasta el 6 de septiembre. Muchos pasajeros han sufrido los parones durante el verano y las dudas podrían asaltar a los que vean torcer sus planes en un cartel de ‘Vuelo cancelado’, a pesar de llegar con antelación.

Causas meteorológicas, averías, desórdenes populares en el aeropuerto de llegada o la reprogramación de los vuelos y aeronaves por parte de la compañía también son suficientes para el cambio de planes. "En la mayoría de los casos, con una simple reclamación podrían ejercer su derecho a ser reubicados o indemnizados, pero existe una falta de conocimiento generalizado en la materia que acaba amargando las vacaciones a muchos", explica Estel Romero, abogada de Sanahuja Miranda. Los clientes que se vean afectados pueden reclamar el reembolso o la reubicación en otro vuelo, compensaciones económicas de cientos de euros y hasta los gastos que se derivan por la cancelación del vuelo, como las facturas de los hoteles y el transporte que no se disfrutarán.

Lo primero a la hora de reclamar es recabar toda la información necesaria: tarjetas de embarque, datos de la reserva de los hoteles, entradas a conciertos o facturas, indica Vanessa Santiago, co-autora del blog callejeros viajeros. Posteriormente, se deberá acudir al mostrador del aeropuerto, contactar telefónicamente con la aerolínea o formalizar la reclamación por escrito a través del correo o la web. Y cuanto antes mejor. En caso de que no se reciba una contestación en el plazo de un mes o si no se está de acuerdo con la misma, se puede denunciar a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), apuntan fuentes del organismo público competente sobre el Reglamento Europeo 261/2004.

La ley indica que, si hay cancelación del vuelo, los afectados tienen derecho a elegir entre el reembolso o transporte alternativo y en condiciones "comparables". Además, podrán recibir una compensación de entre 250 y 600 euros, que se calculará en función de la distancia del vuelo. A los viajeros también se les atribuirá la atención con las comidas y noches de alojamiento, si fuera necesario. "Facilitar hotel y comida en Barcelona en temporada alta podría costar 200 euros por jornada a la aerolínea", explica Manuel López, consejero delegado de InterMundial. De hecho, las operadoras pierden unos 1.050 euros por dejar en tierra 50 pasajeros al cancelar el viaje de un avión regional, mientras que la merma de ingresos cuando se anula un vuelo transatlántico de ida y vuelta puede llegar a ser de 42.900 euros, según masFlight.

Las operadoras también tienen a qué acogerse en estos casos. Existen varias excepciones: "Si se produce un fenómeno meteorológico, como un terremoto o un tornado", o casos extremos como inestabilidad política o huelgas ajenas a la compañía, esas situaciones se escapan de su responsabilidad" y, por lo tanto, no tienen la obligación de indemnizar, según cuenta Òscar Oliver, profesor de la UPC y exdirector general del Centre d’Estudis del Transport per a la Mediterrània Occidental. La aerolínea también se librará de dar compensación económica cuando avise con más de dos semanas de antelación o con una semana pero incluyendo un transporte que no modifique la hora de salida en más de dos horas y la de llegada en más de cuatro. En última instancia, al producirse una huelga interna, no se considera dentro del concepto "circunstancias extraordinarias", por lo que la compañía no puede negarse a las compensaciones.

Por la vía judicial

El proceso de las reclamaciones que no se resuelven con la aerolínea, de media se alarga entre "seis meses y un año", según Manuel López, y para ello se deberá recurrir a servicios legales especializados. "Normalmente no cobran de antemano, sino que después de resolverse reciben un porcentaje de la indemnización", añade Santiago. Las fuentes consultadas recomiendan, en medio de la tormenta perfecta, contratar un seguro, estar informados a través de las ‘apps’ de las aerolíneas, coger los vuelos a primera hora y evitar las empresas ‘low-cost’ y las fechas señaladas, si se puede.

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