EDITORIAL
PSOE, renovación y control
Con la celebración de los dos últimos congresos autonómicos, el de las Baleares y el de Navarra, el PSOE ha concluido este fin de semana el proceso de renovación de los liderazgos territoriales. En estos dos últimos han sido reelegidas Francina Armengol y María Chivite, las dos muy asentadas en sus organizaciones e incondicionales de Pedro Sánchez. Esa continuidad no se ha producido, sin embargo, en otros cónclaves regionales. De hecho, Sánchez había planteado estos congresos como imprescindibles para cambiar a los responsables territoriales después del desastre de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023, en las que los socialistas perdieron el poder en siete comunidades y en casi todas las capitales de provincia. Fue ese un momento de inflexión, que llevó al líder socialista a convocar las elecciones generales para dos meses después, en un golpe de audacia que no le salió del todo mal. El suyo no fue el partido más votado, le adelantó el PP, pero su política de alianzas le permitió mantenerse en el poder.
El PSOE necesitaba refrescar los liderazgos territoriales para hacer una oposición firme a los nuevos presidentes y alcaldes del PP y para encarar las elecciones de 2027 en condiciones de recuperar al menos parte del poder perdido. Sánchez quería además acallar a algunas de las organizaciones del partido muy críticas con los pactos alcanzados con los independentistas y las decisiones gubernamentales que estos han conllevado, como la amnistía para los implicados en el procés. De hecho, al final de ese proceso de renovación solo queda un barón crítico, Emiliano García-Page, que sigue levantando la voz contra las decisiones que no comparte. Hay algún otro barón no alineado totalmente con el presidente, como el extremeño, Miguel Ángel Gallardo, o el cántabro Pedro Casares, pero su tono es muy diferente al del presidente castellano-manchego.
Casi sin primarias
La renovación de las secretarías territoriales se ha hecho prácticamente sin primarias, salvo en Extremadura, Cantabria y Murcia, y en las dos primeras ganaron los candidatos más alejados del aparato. No deja de ser curioso que la elección de líderes por votación directa de los militantes esté desapareciendo precisamente del partido que instauró ese sistema en España y que, por el contrario, se esté volviendo al antiguo proceso de la proclamación. Ese ha sido el método que ha permitido el desembarco, sin rivalidad, de un puñado de ministros al poder en las federaciones socialistas. En Madrid sustituyeron al crítico Juan Lobato por el ministro Óscar López. En Aragón, donde el sector crítico de Lambán está bien asentado, Pilar Alegría logró alzarse al liderazgo sin oponentes, y en Andalucía, la vicepresidenta María Jesús Montero sustituyó a Juan Espadas también sin primarias. Siguen además la ministra Diana Morant al frente de la federación valenciana y el ministro Ángel Víctor Torres de la canaria.
Que Sánchez haya tenido que recurrir a la proyección que aporta el Gobierno para lanzar desde allí a al menos cinco de los próximos candidatos autonómicos es un ejemplo de la debilidad de la estructura territorial del PSOE, pero también del empeño del presidente por controlar el conjunto de la organización para que el PSOE hable con una sola voz, la suya.
- Investigado por abandonar toneladas de residuos textiles en naves de Almassora
- Un incendio devora un edificio en Castelló y provoca una gran alarma en la ciudad
- Investigan una posible imprudencia en un patio de luces como causa del voraz incendio de Castelló
- Las imágenes del espectacular incendio en el edificio Luropa II de Castelló
- Oficial: los trabajadores nacidos en 1960 deberán cotizar este tiempo para cobrar el 100% de la pensión
- La Guardia Civil descubre en Granada una galería de tiro subterránea de una banda de traficantes de armas de guerra
- El incendio de Castelló desde dentro: 'El fuego estaba a escasos metros de mi casa
- Qué hacer en Castellón este fin de semana: cuatro días de circo, música y tapas para no quedarse en casa