Mazón reclama "tranquilidad" para negociar un Gobierno "para todos"

El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, vuelve este miércoles a la Comunitat Valenciana, un territorio en el que se multiplicó durante la campaña del 28M y al que ahora regresa después de que Mazón consumara el vuelco en la Generalitat. Está previsto que el jefe de los populares participe en un acto de agradecimiento a apoderados, interventores y cargos electos en un hotel de València. De fondo, seguirá sobrevolando la estrategia del PP con Vox. Mazón no quiso valorar este martes el portazo que la izquierda ha dado a la posibilidad de abstenerse en su investidura. El líder del PPCV insistió en que encara esas conversaciones desde el «máximo respeto» a todas las fuerzas políticas.

Mazón, que aspira a adormecer las negociaciones con Vox lo máximo posible tal como ordena Génova, reclamó «tranquilidad» para la formación de gobierno. «Estamos trabajando para un gobierno estable y para todos sin excepción», volvió a repetir, haciendo una alusión velada a la posible entrada de los radicales en su ejecutivo. Según dijo, tiene «total tranquilidad y muchísima ilusión» por «poner en marcha el cambio que ha votado la gente mayoritariamente».

Vox avisa: exigirá cargos

Vox sabe que el PP valenciano necesita sus votos para sacar adelante la investidura de Carlos Mazón y poco a poco va marcando terreno con sus exigencias a los populares. La Comunitat Valenciana es uno de esos territorios críticos para el PP, donde no basta con una abstención de la ultraderecha -como en Baleares o en Murcia- sino que los conservadores necesitan su apoyo explícito. Los radicales lo saben y, mientras el PP guarda silencio en busca de retrasar al máximo las alianzas para que no salpiquen a la campaña de las generales, los cargos de Vox van dando pistas de lo que reclamarán a cambio de permitir el nombramiento de Mazón como nuevo president de la Generalitat.

La ronda de contactos arranca este jueves, si bien el encuentro clave no llegará hasta el próximo martes, 13 de junio, cuando Mazón se sentará con el candidato de Vox, el condenado por violencia machista Carlos Flores. De momento, el PP valenciano intenta ignorar su dependencia de Vox, pero su único potencial aliado no comparte el calendario impuesto por Génova. 

Santiago Abascal ya afeó el lunes la falta de claridad del PP sobre los pactos con su partido y urgió a los de Feijóo a cerrar acuerdos antes del 23J. Algo en lo que incidió ayer Flores, que pidió «brevedad» a Mazón. El candidato deslizó en redes sociales que las exigencias de su formación a Mazón serán las mismas que en Castilla y León, utilizando como ejemplo la negociación en Baleares, donde el candidato de Vox anunció «mano firme para representar a nuestros votantes» y puso ese acuerdo autonómico entre PP y Vox como ejemplo de «modelo beneficioso para la mayoría». 

Replicar el formato castellanoleonés

Flores suscribió sus argumentos, dejando claro que la idea es replicar el formato castellanoleonés. Allí, los ultras se hicieron con la presidencia de la cámara, una vicepresidencia y tres de las diez consejerías, además de arañar un acuerdo de gobierno con compromisos de programa concretos. Las fuerzas, eso sí, no son las mismas, lo que podría significar menores cesiones en este caso.

Con esas peticiones encima de la mesa, Flores confirmó este martes que asistirá a la convocatoria de Mazón para «materializar el mandato de cambio manifestado por el conjunto de la sociedad valenciana». Para ello, repitió que Vox «mantiene tendida la mano» al PP, si bien incidió en la necesidad de alcanzar un acuerdo «a la mayor brevedad y de la manera más plena posible».

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