La victoria del PSPV-PSOE en la Vall d’Uixó ha sido histórica. Nunca ha estado tan cerca de una mayoría absoluta como con Tania Baños, que ha ganado tres ediles, a pesar de que la participación ha disminuido de manera considerable, del 75,36% del 2015, al 68,79% de las elecciones de ayer, lo que apunta a que, por una vez, un aumento de la abstención no ha perjudicado a la izquierda.

Si bien es cierto que Baños ha ganado con claridad las elecciones frente a un PP en caída libre --ha perdido tantos ediles como ha ganado el PSOE--, necesitará una vez más el apoyo de Esquerra Unida --que mantiene sus tres concejales, con Antoni Llorente al frente-- para gobernar con mayoría, dado que Compromís se ha descolgado de los buenos resultados al perder un edil, a solo 43 votos de sumar el segundo--. Som la Vall, marca local de Podemos, se ha quedado fuera del pleno.

La división de la derecha, tal y como se pronosticaba, ha pasado factura a los populares liderados por Carolina Castelló, que han pasado de los 6.377 votantes del 2015 a los 3.735 de ayer. De esta debacle se han beneficiado Ciudadanos, que consolida su presencia en el Ayuntamiento con dos concejales, y Vox, que entra por primera vez en la institución municipal con uno.

Este resultado se intuía desde el principio, con los socialistas imponiéndose en todas las mesas de manera evidente. Una vez escrutado el 100% de los votos, Baños no dudó en celebrar junto a los suyos un resultado que respalda su gestión al frente del tripartito. «Ha sido una victoria muy trabajada durante estos cuatro años», aseguró ayer. «Más de 6.300 votos suponen que mucha gente se ha sumado al proyecto socialista», añadió, al tiempo que reconoció que «somos conscientes de que, de este modo, asumimos una gran responsabilidad y gobernaremos para todos».