Bardomus es una empresa familiar ubicada en Alcalà de Xivert dedicada principalmente a la agricultura en el sector de la olivicultura, producción y elaboración de aceite de oliva virgen extra así como a la producción de energía fotovoltaica.

La firma ha sido seleccionada como una de las finalistas a la XXII edición de los premios Empresa del Año que organiza el periódico Mediterráneo con el objetivo de poner en valor la importante labor del tejido empresarial de la provincia de Castellón.

La mercantil cumple 30 años de actividad ininterrumpida en los que ha conseguido convertirse en todo un referente en la provincia. Entre sus valores más sobresalientes destaca su apuesta por la calidad en detrimento de la cantidad. «Todos nuestros aceites son de recolección temprana. Empezamos la recolección a mediados de septiembre con la variedad borriolenca y terminamos a finales de octubre con la picual. Cada variedad tiene su punto óptimo de maduración, lo que nos permite elaborar unos aceites monovarietales de alta gama tanto por su valor organoléptico como por los efectos beneficiosos para la salud (eleva los niveles de colesterol bueno, disminuye el colesterol malo, beneficia el control de la hipertensión arterial, reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes)», señala el responsable de la firma, Fernando Agramunt. Además, aparte de las variedades arbequina y picual, muy aceptadas por el consumidor en todo el mundo, en Bardomus apuestan por otras dos variedades autóctonas excepcionales, como la borriolenca y canetera, de gran calidad organoléptica y que «nos otorgan un valor diferencial marcado por la tradición y el territorio», indica Agramunt.

VALORES // Las técnicas de cultivo empleadas, el momento exacto de cosechar las aceitunas y la forma de extraer su jugo son los principales factores que influyen en el sabor de su aceite de oliva virgen extra. «Para tomar las decisiones correctas debemos de ser capaces de descifrar lo que la naturaleza y nuestro entorno nos pide que hagamos en cada momento del año. Por ello, controlamos rigurosamente todos los procesos tanto de producción, recolección, elaboración, embotellado y almacenado mediante depósitos inertizados con nitrógeno», afirma Agramunt.

Desde 2017 la firma forma parte del proyecto Crowdfarming, una cadena de suministro en la que interviene un productor (farmer) y un consumidor final (crowdfarmer) y en la que no existen intermediarios ni especulación en precios. El consumidor adquiere una unidad productiva en forma de olivo, mediante compra o adopción. El productor es el encargado de cuidar del olivo y enviarle a su domicilio 8 litros de aceite de oliva virgen extra de alta calidad en un formato de lata de dos litros personalizada con el nombre del olivo. Cada unidad es fotografiada y enviada al crowdfarmer mediante geolocalización, donde pueden saber exactamente en qué lugar se encuentra su ejemplar de olivo y su crecimiento año tras año.

PROMOCIÓN Y TURISMO // Asimismo, forman parte como productores de la marca de la Diputación Castelló Ruta de Sabor, del Parc Natural de la Serra d’Irta y han presentado la carta de adhesión a Espacios Visitables Agroturismo de la Comunitat Valenciana. Además, realizan una labor didáctica con sus clientes de restauración y hostelería para que aprendan a detectar los AOVE y saber aplicarlos en las técnicas culinarias, así como visitas guiadas a la finca y almazara, para dar a conocer al consumidor el producto y ver la realidad de una explotación oleícola, viviendo una experiencia única con el entorno. En este sentido, también se desarrollan en la finca actividades oleoturísticas innovadoras como pueden ser desayunos, talleres gastronómicos y también comidas.