Cada local del Grupo La Guindilla es un rincón único de gran repercusión gastronómica en la provincia. Al frente de este hito se sitúa José Romero, quien ha sabido crear una red culinaria de primer orden con cocineros que se han formado en algunos de los mejores restaurantes de la Comunitat Valenciana para erigirse como uno de los grades referentes de la hostelería en Castellón. Renovación constante, ilusión y, sobre todo, un esfuerzo titánico caracterizan a este proyecto que año tras año se supera.

R. D. ¿Cuál fue el origen del Grupo La Guindilla?

JOSÉ ROMERO. El año 2003 es el punto de partida en el mundo empresarial con la apertura de Tasca La Guindilla. Una antigua peluquería situada en la calle Barracas, y propiedad de mi familia política, fue adecuada con el fin de abrir la tasca cuya oferta está basada en la tapa clásica de toda la vida, con productos de la zona y de calidad.

R. D. ¿Qué objetivos os marcasteis desde el inicio?

J. R. Durante siete años estuve estancado en un mismo concepto. Necesitaba un empujón y decidí viajar para conocer nuevos estilos de gastronomía. Y esta fue la clave para montar todo lo que es Grupo La Guindilla. Desde entonces, elijo cuatro destinos al año para conocer y disfrutar de sus costumbres y gastronomía.

R. D. ¿Cuál es el secreto para seguir siendo una referencia durante años en este ámbito?

J. R.: El Grupo la Guindilla consigue ser una referencia en el mundo de la hostelería de Castellón porque siempre está en continuo reciclaje, tanto en formación como en creación de nuevos conceptos.

R. D. ¿Se ha hecho una inversión en los últimos tiempos para potenciar o adaptarse a nuevas exigencias?

J. R. Sí, claro. Como ejemplo tenemos la Gastro Tasca La Guindilla en Benicàssim y Malabar en Castellón, dos nuevos proyectos dados a conocer en junio y noviembre del pasado año 2015. De ellos me gustaría destacar, además de su oferta gastronómica, su decoración realizada por Paco Segarra.

R. D. ¿Teniendo en cuenta el ‘boom’ de nuevos locales dedicados a la hostelería en Castellón y alrededores, ¿qué puntos fuertes os hacen destacar del resto?

J. R. Cada proyecto que realizamos es diferente del anterior y siempre buscamos un punto diferenciador, como así lo demuestra nuestro último proyecto, Malabar. En él están unidos tres conceptos en un mismo espacio: coctelería, gastronomía y espectáculos.

Además, otro de nuestros puntos fuertes es el equipo humano que compone todo el grupo La Guindilla. En este tiempo he sabido unir a un equipo de profesionales cuya aportación es vital para el crecimiento del grupo.

R. D. ¿Qué creéis que valoran más vuestros clientes?

J. R. Ante todo la calidad y el sabor que ofrecemos en cada uno de nuestros platos, además de la variedad que pueden encontrar en nuestras cartas. A todo ello hay que sumarle algo muy importante y que cuidamos mucho, como es el trato con el cliente, estableciendo un ambiente muy familiar.

R. D. ¿Qué cree que necesita una persona emprendedora para desarrollar su proyecto en el mundo de la hostelería en particular y en cualquier otro ámbito en general?

J. R. En primer lugar, creo que uno debe hacer lo que le apasiona. Asimismo, aconsejo seguir tu intuición, aunque es importante investigar, observar y aprender. Obviamente, ‘fichar’ a los mejores, ya que tu negocio puede ser el mejor. Otro punto es el de arriesgar por tu idea y transmitirles confianza a tus trabajadores y socios, algo básico para llegar a conformar un gran equipo. Hay que tener en mente la calidad como religión y ofrecer lo que te gusta a ti cuando sales a comer. Aconsejaría también el hecho de aprender del fracaso porque es lo que te hace seguir creciendo en el mundo laboral y personal. Y, por último, pensar que el momento es ahora.

R. D. ¿La gastronomía, como negocio, es verdaderamente rentable?

J. R. Sí, claro, pero has de realizar una buena gestión de tu negocio, lo cual reúne muchos factores como realizar una buena gestión de personal, de compras y saber sacarle el máximo rendimiento a tu producto. Hoy por hoy saber ‘escandallar’ el coste de un plato es muy importante para tu negocio.

R. D. ¿Qué nuevo proyecto tenéis en marcha?

J. R. Vineria CRÛ. Es nuestra apuesta por una nueva forma de saborear productos fríos con la combinación de más de 150 vinos. Este nuevo proyecto se inaugurará este próximo mes de septiembre y allí encontraremos una fusión internacional.

R. D. ¿Hacéis uso de las redes sociales e Internet para promocionaros? ¿O preferís el boca a boca?

J. R. Ambos. El boca a boca nos ayuda a llegar a más gente por medio de las recomendaciones de los clientes que ya han probado nuestros platos y han vivido en primera persona la experiencia. Y gracias a las redes sociales podemos saber cuál es la opinión de los clientes, dónde podemos mejorar y qué necesidades tienen, además de mostrarles nuestro día a día.

R. D. ¿Qué esperáis del futuro? ¿Tenéis pensado ampliar horizontes y contar con algún otro establecimiento en localidades que no sean Benicàssim y Castellón?

J. R. Queremos seguir siendo una referencia en Castellón y provincia porque, guste o no, hemos creado tendencia en un nuevo modelo de tapeo. En cuanto a la segunda cuestión, solo puedo decir que existen varios proyectos fuera de la provincia pero todavía no puedo desvelar nada ya que está en el aire.

R. D.¿Qué personas le han acompañado durante esta trayectoria?

J. R. Uno de los pilares fundamentales de mi vida es mi mujer, María Bausá, quien me acompaña siempre en mis decisiones. Y sin mi equipo de socios compuesto por Virgilio Andreescu, Iñaki de Mingo, Juan Pau, Said Echarif, Yaso Martínez, Manolo Lliberós y Alfredo Granell este sueño no se podría haber hecho realidad.