Mario Catalán, CDO en Zeus y gestor de cuentas de firmas de la talla de Pamesa, Repsol, Mahou-SanMiguel, Peronda o MSC, señala que «en esta era de la llamada Revolución Industrial 4.0, podemos encontrar a compañías más o menos preparadas, pero lo que realmente tiene peso en esta transformación digital son las personas que dirigen tales empresas».

«Las empresas han instaurado el hábito de capturar y almacenar la mayor cantidad de datos posibles con el fin de analizar procesos y extraer información útil. Sin embargo, lo único que se consigue con esto es un maremágnum de datos que complica la extracción de conclusiones útiles en el negocio», revela Catalán, quien añade que «la tecnología emergente es la analítica aumentada, que deja atrás este modelo y se centra en un modelo automatizado de datos con el fin de optimizar procesos y reducir tiempos», apostilla.

Majo Castillo ha dirigido proyectos de visualización de datos para empresas como Santander, Prosegur, Porcelanosa o Repsol, a las cuales continúa asesorando. «En 2016, cuando empezamos, costaba mucho convencer a las empresas de lo positivo de compartir información con los empleados; muchas eran recelosas de hacerlo e incluso de compartir sus datos con un proveedor externo, aun entendiendo sus beneficios. En solo tres años la evolución ha sido espectacular. Ahora las compañías entienden que no están ante una elección. La que no utilice los datos que genera en todo su potencial, se queda atrás», indica Castillo.

El siguiente paso es cómo pueden sacar las empresas partido a esos datos. «Algo fundamental es poner los datos en un contexto y saber transmitirlos de la forma adecuada y a las personas adecuadas. Otra clave es la interpretación del dato en tiempo real», finaliza,