El Ayuntamiento de Castellón está sufriendo el desgobierno de un grupo político que no atiende las llamadas de atención que le lanza la calle. Estamos en manos de un partido más atento a lamer sus propias heridas que a buscar un proyecto de futuro para la ciudad. El resultado no puede ser más desalentador: Castellón no levanta cabeza.

El PP solo busca el lío. El alcalde anunció hace unos días que iba a presentar una declaración institucional para pedirle al Ayuntamiento de Tarragona que retire un recurso administrativo contra el proyecto del tercer carril. Era una decisión demagógica y absurda, como si Tarragona nos pidiera que limpiemos las calles o pongamos una farola. Cada ciudad es autónoma para decidir lo que quiere o no quiere hacer y los demás tenemos que aceptarlo. Eso es tolerancia.

Lo más grave, sin embargo, es que esa declaración institucional del PP de Castellón no llegará al pleno. Al señor alcalde y a sus compañeros se les olvidó presentarla en la comisión plenaria, donde cada grupo político anuncia sus iniciativas. Nadie se acordó. O no quiso acordarse.

Al final, la única declaración institucional que aprobará el pleno será la presentada por los socialistas de Castellón, en la que pedimos al Gobierno que financie el Corredor Mediterráneo. Lo pedíamos con José Luis Rodríguez Zapatero y lo pedimos con Mariano Rajoy. Todos no somos iguales. H

*Portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón