La ventana de la UJI UNA COLABORACIÓN DE LA JAUME I

Bootcamp, transformando ideas en proyectos

Bootcamp, transformando ideas en proyectos

El próximo viernes cinco de febrero comienza el I Bootcamp Launchpad Start UJI 2016, cuyo objetivo es transformar ideas surgidas dentro de la Universitat en empresas innovadoras y de base tecnológica. Esta primera edición del año se organiza para dar respuesta al éxito de la edición celebrada en el 2015, prueba piloto que generó un elevado interés de participación el pasado mes de octubre.

El Bootcamp, organizado por la Universitat Jaume I (Cátedra Increa, Espaitec y OCIT), se desarrollará a lo largo de dos intensas jornadas de trabajo en Vila-real, en las cuales se analizará en profundidad la esencia de cada uno de los seis proyectos emprendedores que han sido seleccionados para la presente edición, que de nuevo ha generado gran interés entre la comunidad universitaria con 17 proyectos inscritos.

Utilizando un enfoque eminentemente práctico, las jornadas se estructuran en sesiones de una hora, en las que los primeros diez minutos se dedican a conceptos básicos y el resto del tiempo se trabaja en el proyecto empresarial a través de grupos mixtos y bloques de trabajo adaptados al grado de madurez de los proyectos presentados. La idea de negocio, la segmentación del mercado, la propuesta de valor del proyecto presentado, la ventaja competitiva o la financiación son algunos de los temas que se abordarán en las diferentes sesiones

Uno de los retos a los que actualmente se enfrenta la universidad es el de la conexión con su entorno. Esta conexión fomentará, entre otras cosas, la transferencia a la sociedad del conocimiento generado en la universidad, lo que en última instancia redundará en la generación de mejoras y creación de riqueza. El fomento y apoyo de iniciativas emprendedoras de carácter innovador constituye, sin duda alguna, una de las vías más directas para dicha transferencia. El Bootcamp trabaja en dicha dirección, permitiendo que los promotores de los proyectos (profesores y estudiantes de la Universitat Jaume I) reflexionen sobre su idea y sean capaces de adaptarla a las necesidades y requerimientos de la sociedad, al tiempo que la diseñan bajo requerimientos de viabilidad económica e innovación.

En la misma dirección trabaja el marco legal, que en los últimos años se ha ido adaptando para promover la creación de empresas basadas en resultados de la investigación universitaria. Se han eliminado importantes obstáculos, tales como ciertas incompatibilidades del profesorado funcionario a la hora de lanzarse a emprender, así como restricciones a la hora de licenciar la tecnología universitaria a estas nuevas empresas. Asimismo, la universidad se convierte en accionista, generando a su alrededor un “grupo empresarial” que emerge de su propia tradición científica. No obstante, queda un largo camino por recorrer, sobre todo desde el punto de vista cultural y formativo, hasta que el emprendimiento se integre como una actividad más dentro del plan formativo de los estudiantes y de la carrera de los investigadores.

El objetivo final pasa por que la UJI sea “universidad emprenderora”, es decir, aquella que maximiza el impacto de su investigación y, en general, de su generación de conocimiento, en la creación de riqueza para la sociedad. En este sentido, la Universitat Jaume I ha adaptado su normativa y procedimientos a esta nueva realidad y cuenta con equipos humanos que trabajan en el fomento del emprendedurismo y la innovación y en que los resultados generados en la investigación puedan traducirse en iniciativas empresariales. Este es el caso de los servicios e instituciones que han organizado el Bootcamp: la Oficina para la Cooperación y Desarrollo Tecnológico (OCIT), el Parque Científico y Tecnológico (Espaitec) y la Cátedra Increa.

Los datos sobre empresas en las que la universidad forma parte del accionario transmiten la idea de un impacto de importancia más cualitativa que cuantitativa. En el 2013, las universidades españolas crearon 134 empresas basadas en resultados de investigación, una mínima parte de las 93.693 empresas creadas en España en ese mismo año. Pero también en el 2013, había ya un acumulado de 537 empresas activas, creadas y participadas por universidades españolas. No obstante no debe olvidarse que, además de estas empresas, existe un grupo de corporaciones directamente vinculadas con la universidad a través de los parques científicos y tecnológicos de las universidades.

En el caso de la Universitat Jaume I, el Parque Científico y Tecnológico cuenta en la actualidad con cerca de setenta empresas vinculadas, que forman parte del ecosistema innovador de la provincia, y que, sin duda alguna, constituyen el principal canal para que el conocimiento e iniciativas surgidas en el seno de la comunidad universitaria puedan traducirse en proyectos que generen riqueza para la sociedad. A nivel nacional la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE) cuenta con 67 parques miembros repartidos por toda la geografía española. 24 de estos parques están promovidos por universidades españolas y 46 universidades españolas colaboran con todos ellos. Estos parques albergaban a finales del 2014 a 6.452 entidades que facturaron 22.327 millones de euros. Estas empresas proporcionan empleo a más de 151.500 personas, de las que 30.968 se dedican a tareas de I+D.

En definitiva, la relevancia de este proceso radica en que, por primera vez, la universidad está convirtiendo conocimiento en negocio y poniendo las bases de un proceso continuo, capaz de generar empresas diversificadas, con alto componente innovador y tecnológico y elevado potencial de crecimiento. H

*Director Académico de Espaitec

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